Comicios

La participación se dispara en unas elecciones clave para Portugal

Casi la mitad de los ciudadanos llamados a las urnas ha votado hasta las 16:00 hora local, siete puntos más que en 2019

Imagen del candidato del PSD, Rui Rio, depositando su voto en la urna en las elecciones de Portugal 2022 en Porto, a 30 de enero de 2022
Imagen del candidato del PSD, Rui Rio, depositando su voto en la urna en las elecciones de Portugal 2022 en Porto, a 30 de enero de 2022JOSE COELHOAgencia EFE

La participación ha acabado por dar la pista decisiva sobre lo mucho que se juega este domingo Portugal, donde hasta las 16,00 hora local habían depositado su voto en las urnas 45,7% de los electores, siete puntos más que en los pasados comicios, en 2019, y además el mayor porcentaje registrado a esa hora en las últimas cuatro elecciones legislativas. Es un dato que empieza a verse como señal inequívoca de lo decisivo de estos comicios porque supone un giro radical en lo referido a la abstención, que ha seguido una línea ascendente sin interrupciones hasta que en 2019 marcó el récord de la democracia para unas legislativas, con el 51%. El gran regreso a las urnas que supone la participación hasta media tarde puede, dependiendo de la tertulia, interpretarse como una clara señal de cambio político, lo que beneficiaria a la derecha, o de movilización de la izquierda, algo que podría acabar beneficiando al Partido Socialista, que ha gobernado los últimos seis años el país.

Habrá que esperar a que cierren las urnas del archipiélago de Azores, –con una diferencia de una hora con respecto al territorio continental– a las 20,00 hora local de Lisboa para tener los sondeos a pie de urna, y ver entonces si la participación se inclina a un lado u otro y se despeja así un panorama que hasta ahora apunta al empate técnico entre los dos grandes partidos del país: el Socialista y el PSD, de centro derecha. Según los últimos sondeos,los socialistas tendrá entre el 32% y el 38% de votos, y el PSD entre el 30% y el 36%, lo que se traduciría en horquillas de entre 92 y 106 escaños para los primeros y entre 87 y 101 para los segundos. Es decir, ninguno llega a la mayoría absoluta, que se sitúa en 116 escaños. Así las cosas, adquiere mayor relevancia los resultados que obtengan posibles socios o facilitadores de Gobierno, entre ellos la ultraderecha de Chega, con 6% de voto estimado, Iniciativa Liberal, también con 6% y en el otro extremo del arco parlamentario, la coligación de comunistas y los Verdes, la CDU, también con 6 %. Los tres se disputan el tercer lugar.

Con este panorama, todos los candidatos han coincidido en lanzar llamamientos a la afluencia a los colegios electorales, marcada por el impacto de la variante Ómicron, que mantiene a un millón de portugueses –en un país de 10 millones, nueve de los cuales son electores– contagiados por coronavirus. Esta no es la primera votación que el país celebra en pandemia, puesto que ya eligió presidente en enero del año pasado y celebró el pasado septiembre sus elecciones municipales, pero nunca ha contado con una cepa tan virulenta con las urnas abiertas. Así, en lugar de potenciar únicamente el voto anticipado, las autoridades han pedido a los que hayan dado positivo que se desplacen a los colegios electorales durante la última hora de voto, además de establecer para la totalidad de los lusos la recomendación de que acudan a votar con su propio bolígrafo y mantengan distancia de un metro y medio especialmente en la fila, que se ha producido al aire libre y donde varios han admitido su indecisión incluso tras haber visto gran parte de los treinta debates electorales realizados.

Salvo estas escenas, la afluencia a las urnas ha transcurrido con la normalidad habitual, con escenas curiosas de políticos, como fue el caso del primer ministro, el socialista António Costa, que acompañó a su esposa a votar –él lo hizo hace una semana– tras ser visto paseando a su perro, como los habituales comentarios de los grandes candidatos asegurando estar “tranquilos” y destacando la normalidad de “la gran fiesta de la democracia. “Este es el momento de que los portugueses hagan su parte”, decía Costa a los periodistas, en tanto que su rival del PSD, Rui Rio, comentaba que esperaba que todos “hagan un esfuerzo para votar”.