Testimonio

Soldados rusos arrestados en Ucrania se arrepienten de la guerra: “Putin solo nos contó mentiras”

El Kremlin siempre ha llamado a la invasión al territorio como una “operación militar especial”, a lo que reclutas del Ejército de Rusia alegaron que “no sabían a qué iban a la frontera”

Una de las comparecencias de soldados rusos recluidos en Ucrania tras la invasión al país, el pasado 5 de marzo
Una de las comparecencias de soldados rusos recluidos en Ucrania tras la invasión al país, el pasado 5 de marzoSTRAgencia EFE

Putin engañó a su pueblo. El Kremlin siempre ha llamado a la invasión a Ucrania como una “operación militar especial”, y los soldados creyeron lo que la propaganda rusa y el Gobierno les decía. En los días previos al comienzo de la guerra el 24 de febrero, Rusia desplegó a más de 100.00 soldados en la frontera ucraniana, en la que justifica que realizaba unos “ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia”. Pero a partir de la madrugada de aquel jueves, las advertencias de la inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido se cumplieron.

Casi tres semanas de guerra y los resultados, hasta el momento, están siendo devastadores, con la probabilidad de quesean peores. Cientos de muertos, entre ellos civiles inocentes y varios de los cuales niños indefensos. Ciudades destrozadas, edificios destruidos. Gente que se ha quedado sin hogar y otras personas que han tenido que huir del país -más de tres millones de refugiados según cifras de ACNUR-. Ausencia de comida, agua, productos de primera necesidad. En definitiva, una guerra con vencedores inciertos, pero con una gran cantidad de vencidos. Unas consecuencias que no solo repercuten a Ucrania, sino al resto de países.

Una parte del ejército ruso desplegado en el país es joven, algunos de ellos recientemente terminaron la escuela y, como primera misión, fueron enviados a la guerra. Un frente en el que varios fallecieron sin saber a qué iban, y solo seguían las órdenes de un Ejército que fue mandado a la zona por el presidente de Rusia. Otros, por ahora, han logrado sobrevivir, y ahora se arrepienten tras ser arrestados en Ucrania.

“Mamá, si ves este video, no te creas lo que te dicen si aseguran que está todo bien. Rusia ya ha cometido este crimen. Estoy vivo, pueden matarme pero me protegen. Lo único por lo que me puedo morir, es por el ataque de mis aviones”, dice un soldado ruso arrestado en Ucrania, en un video en el que aparece junto a otros reclutas jóvenes que es recogido por el medio bielorruso Nexta TV.

Según informa Il Corriere della Sera, lo primero de lo que hablaban muchos de estos jóvenes eran en sus madres y sus familias, que no saben nada de ellos desde hace días. “Pido perdón: a toda Ucrania. Estoy profundamente avergonzado. Putin solo dijo mentiras, nos obligaron a venir aquí”, afirman en declaraciones recogidas por el medio.

Hace unos días, un comandante ruso detenido en Ucrania confesó que la orden de tomar Járkov “vino directamente de Putin”. “Nos ordenaron bombardear a los civiles”, afirmó. El medio italiano también informó sobre las historias de otros prisioneros militares rusos en Ucrania. Algunos aseguran que ya saben que van a morir, sea en la guerra o en su regreso a Rusia, baleados por su propio ejército: “Pude llamar a mis padres. Mis padres dicen que ya arreglaron mi funeral por mí. Si volvemos como canjeados, nuestros compatriotas nos fusilan, por vergüenza”, asegura.

Este lunes, la periodista rusa Marina Ovsiannikova protestó en directo durante la emisión del informativo de una cadena pública rusa contra la guerra en Ucrania. Este martes, ha recibido una multa de 30.000 rublos por su acción. El canal, uno de los principales de la televisión estatal de Rusia, confirmó el hecho y abrió una investigación de lo que calificó de “accidente con una intrusa”.

Por otro lado, en Rusia, al igual que en el resto del mundo, también hay protestas de civiles que reafirman su “No a la guerra”, y la policía del Kremlin trata de callarlos. Algunos -más de 15,000 personas- fueron detenidos mientras se manifestaban en las calles de ciudades como Moscú o San Petersburgo, mientras que otros eran perseguidos por publicaciones en sus redes sociales contrarias al gobierno ruso.