Terrorismo

Lo que se sabe de los atentados de Israel y los yihadistas detenidos

Israel se blinda ante la oleada de crímenes tras sufrir tres ataques en una semana

En el poblado de Yabed, al norte de Cisjordania, los festejos de anoche tras el atentado cometido por Dia Hamarseh (26 años) dieron paso a un amanecer marcado por la incursión de jeeps militares israelíes.
En el poblado de Yabed, al norte de Cisjordania, los festejos de anoche tras el atentado cometido por Dia Hamarseh (26 años) dieron paso a un amanecer marcado por la incursión de jeeps militares israelíes.DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

En el poblado de Yabed, al norte de Cisjordania, los festejos de anoche tras el atentado cometido por Dia Hamarseh (26 años) dieron paso a un amanecer marcado por la incursión de jeeps militares israelíes. Tras el sangriento atentado de Bnei Brak, donde el joven palestino mató a cinco civiles disparando aleatoriamente su rifle M-16 antes de ser abatido por la policía, la gran incógnita a resolver era si actuó en solitario, o si formaba parte de una célula de un grupo armado.

En un comunicado matutino, el ejército israelí informó a la prensa que “nuestras tropas arrestaron a cinco individuos involucrados en el atentado terrorista. Las tropas operaron en varias localidades de Cisjordania, basándose en información del servicio de inteligencia”. Además, en una acción habitual cuando suceden ataques de este tipo, tzahel irrumpió en la vivienda familiar de Hamarseh, para evaluar la infraestructura para su posterior demolición. Israel defiende que esta práctica sirve para intimidar a futuros atacantes. Entre los arrestados por las tropas israelíes se encontraba un hermano del propio agresor.

Cuando el convoy militar se acercó a la casa de los Hamarseh, un nutrido grupo de residentes concentrados se enfrentaron a los soldados. Todavía no está claro cómo Hamarseh logró adquirir el rifle, ni si obtuvo alguna ayuda logística cuando cruzó a territorio israelí. Se especula con que el arma podría haber sido contrabandeada desde Jordania o Egipto, y no robada en una base de tzahel, algo que ocurre frecuentemente. Según pronosticó el canal Kan11, podría haber accedido desde Cisjordania a Israel con un automóvil con matrícula amarilla (hebrea). Si así fuera, probablemente habría pasado el checkpoint de control sin ningún tipo de inspección. La otra tesis que se baraja es que hubiera cruzado por una de las múltiples brechas abiertas en las vallas y muros que separa Israel de los territorios palestinos.

Mientras la Yihad Islámica y Hamás bendecían la acción del agresor, su propio padre, en un acto inusual, condenó el atentado cometido por su hijo. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, también emitió un comunicado poco habitual: “condeno la pérdida de civiles israelíes. Las muertes de civiles israelíes y palestinos solo contribuyen a que la situación se deteriore”. En los dos atentados anteriores –que elevaron a 11 las víctimas en una sola semana-, la ANP se mantuvo en silencio.

No obstante, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa (coalición de grupos armados afiliada al Fatah del presidente Abbas) divulgaron un video reivindicando el ataque. Desde Hamás, su líder Ismail Haniye afirmó que “estamos orgullosos del pueblo palestino ante el heroico ataque que sacudió a todo Israel”. El islamista reivindicó la “unidad de acción” desde Gaza, Jerusalén o dentro de las fronteras del estado judío. Hamarseh, así como uno de los agresores de la pasada semana, cumplió pena en la cárcel israelí por pertenencia a grupo terrorista y venta de armamento. Pasó más de dos años entre rejas cuando se descubrió que pretendía cometer un atentado suicida. En 2011, pidió ayuda en redes sociales a grupos islamistas para obtener un cinturón explosivo para inmolarse. En el estado judío cunde la indignación ante lo que se considera fallos graves del sistema judicial y de los servicios secretos, que fueron incapaces de prever este explosivo escenario.

La actividad de las fuerzas de seguridad se extendió también dentro del propio territorio israelí. Cinco personas fueron detenidas al norte del país, así como otra en la sureña localidad de Rahat, bajo sospecha de simpatizar con el Estado Islámico. Los pasados ataques de Beer Sheva y Hadera fueron cometidos por individuos que juraron lealtad al grupo yihadista.

Mientras tanto, se ordenó el despliegue de batallones militares adicionales en Cisjordania y de policía armada en los lugares más sensibles de Jerusalén. El gran temor es que ante la inminente llegada del Ramadán –periodo habitualmente caliente-, nuevos atentados provoquen una escalada violenta en todo el territorio.

En la “Start-up Nation”, país reconocido por sus avanzadas capacidades tecnológicas y experiencia en contraterrorismo, cunde el desconcierto ante la facilidad con que los agresores logran penetrar a suelo israelí para atentar.

“Ante la ola de terror asesino, las fuerzas de seguridad actúan decididamente. En el pasado lo afrontamos, y como ocurrió entonces, venceremos”, presagió el ministro de defensa Benny Gantz. El que fuera comandante en jefe del ejército aclaró que “logramos detener decenas de atentados” en múltiples operativos en las últimas semanas.

El ejecutivo de Naftali Bennet estudia además contratar a 4.000 policías ante el temor extendido en las calles, donde se vuelven a sentir los fantasmas de la Segunda Intifada. Entonces, los ataques terroristas ocurrían casi a diario, y los israelíes temían subir a un autobús o tomar café tranquilamente en un bar. “Queremos incrementar la sensación de seguridad, ante el intento de extender el caos y el pánico de los terroristas.”, remarcó Gantz.