Reino Unido

Starmer dimitirá si es multado por el “Beergate”

El líder de la oposición había violado las restricciones durante la pandemia de coronavirus

El laborista insistió en que la cena en un edificio de Durham solo fue un parón con el fin de “tomar algo de comer”
El laborista insistió en que la cena en un edificio de Durham solo fue un parón con el fin de “tomar algo de comer”NEIL HALLAgencia EFE

El escándalo del Partygate suma y sigue. El líder de la oposición laborista Keir Starmer ha anunciado este lunes que si finalmente él también es multado por la Policía -como ocurrió con Boris Johnson- por haber violado las normas presentará su dimisión. “Por supuesto haría lo correcto y dimitiría. Esto importa, porque la ciudadanía británica se merece a políticos que crean que las reglas también se aplican a ellos”, ha matizado.

Starmer fue fotografiado con una cerveza y en actitud distendida, rodeado de colaboradores, en una reunión celebrada en abril de 2021 durante la campaña de unas elecciones locales en el distrito de Hartlepool. Tras los actos, el líder se reunió con su equipo y acabaron pudiendo cena india y unas cervezas. En aquel momento, las reuniones en interior estaban prohibidas y solo se permitían reuniones presenciales de trabajo si era estrictamente necesario.

Aunque en la actualidad está siendo investigado, el líder de la oposición ha reiterado que “siempre” ha seguido la reglas anticovid y se mostró convencido de que la cena junto a su equipo no infringió las restricciones de contacto social vigentes en aquel momento.

Con su anuncio por este caso, conocido en el Reino Unido como “Beergate”, Starmer trata de trazar una clara línea de separación frente a la reacción del primer ministro, el conservador Boris Johnson, quien se ha negado a renunciar a su cargo pese a ser multado por participar en al menos una fiesta durante el confinamiento en sus oficinas de Downing Street.

“Quienes me acusan lo hacen para alimentar el discurso de que todos los políticos son iguales, pero yo digo que no es así. Creo en el honor, la integridad y el principio de que quienes hacen las reglas están obligados también a cumplirlas”, subrayó.

El laborista insistió en que la cena en un edificio de Durham (norte de Inglaterra) solo fue un parón en su jornada de campaña para las elecciones municipales con el fin de “tomar algo de comer” y que por ello no se violó ninguna ley. La presión contra el líder de la oposición había crecido en las últimas horas después de que el dominical “Mail on Sunday” difundiera ayer que la agenda de Starmer para ese día ya contemplaba la celebración de esa cena, por lo que no habría sido algo improvisado, y la situaba como final de la jornada, sin más actividades posteriores. La número dos de la formación, Angela Rayner, también se ha comprometido a dejar su puesto si es multada por los agentes.