Estrategia

Rusia desconfía de su capacidad militar y da por hecho que Ucrania cruzará el río Dnipro y lanzará otra ofensiva

Según el Institute for the Study of War, las tropas rusas preparan fortificaciones para contener o retrasar el avance ucraniano hacia el resto de Jersón en su poder y Crimea

Según informa el Institute for the Study of War, el think tank estadounidense sin ánimo de lucro especializado en el análisis militar, el ejército ruso no solo no descarta, sino que admite como posibilidad real que las fuerzas ucranianas podrían cruzar el río Dnipro y realizar operaciones de contraofensiva en el este del óblast de Jersón, amenazando así todas las líneas de comunicación terrestres críticas desde Crimea al continente ucraniano.

Según las fuentes que maneja el ISW, ante este escenario que contemplan como posibilidad real, las fuerzas rusas están cavando líneas de trincheras y áreas de concentración en el este de Jersón desde principios de octubre de 2022. El objetivo es prepararse para una defensa en profundidad de la zona o para realizar operaciones de demora operativas o estratégicas.

Imagen de fortificaciones en una vía de comunicación en el lado de la región de Jersón aún en manos rusas, al sur del río Dnipro
Imagen de fortificaciones en una vía de comunicación en el lado de la región de Jersón aún en manos rusas, al sur del río DniproLa Razón

Con los datos que maneja la inteligencia rusa, no se contempla poder evitar que las fuerzas ucranianas crucen el río, ni los rusos están priorizando las posiciones defensivas para detener dicho cruce. El ejército ruso estaría por tanto estableciendo las condiciones para una defensa prolongada en el Óblast de Jersón oriental que podría permitir el establecimiento de un alojamiento ucraniano sólido en la orilla oriental del río Dnipro.

Así, las imagines satelitales disponibles muestran que las fuerzas rusas han priorizado la excavación de trincheras y la construcción de defensas antitanque de dientes de dragón a lo largo de las líneas terrestres de comunicación (GLOC por las siglas en inglés de “ground lines of communications”) que conectan las fuerzas rusas en la orilla este (izquierda) del río Dnipro con las áreas del sureste en la región de Jersón y Crimea, así como con la zona este, alrededor de Melitopol, en la región de Zapoiriyia.

Mapa de ISW de las posiciones defensiva y fortificaciones en el oblast de Jersón
Mapa de ISW de las posiciones defensiva y fortificaciones en el oblast de JersónLa Razón

La mayoría de estas fortificaciones de campo están situadas directamente en las vías de comunicación y están orientadas de forma perpendicular a las carreteras. Por lo tanto, se trataría más de barricadas que de líneas defensivas continuas. Las tropas rusas también han fortificado fuertemente una franja de tierra de 3 km de ancho que separa Kinburn Spit, una franja de tierra que cierra la bahía en la que desemboca el Dnipro, de la región de Jersón continental y a lo largo de las playas inmediatamente al sur y al este de la franja.

Estas posiciones sugieren que el liderazgo militar ruso no solo ve la perspectiva de una contraofensiva ucraniana a través del río Dnipro como una amenaza seria, sino que no esperan mantener posiciones si ocurre. De hecho, es muy probable que esperen que el ataque tomen la franja de tierra de Kinburn Spit pero tengan la intención de evitar que avancen por esta península hacia la zona continental de Jersón y defenderse de un ataque anfibio en la tierra que rodea el istmo. Las líneas de defensa en capas previstas brindan a las fuerzas rusas múltiples posiciones de respaldo si una cae, pues el resto permanecerían intactas.

Las fuerzas rusas concentraron la mayor parte de sus defensas en las líneas de comunicación críticas, estableciendo solo un puñado en campo abierto entre las carreteras. Sin embargo, no se puede olvidar que las tropas ucranianas han demostrado hasta ahora su capacidad de llevar a cabo avances campo a través el el oblast de Jarkiv para romper las líneas defensivas rusas cerca de Balakliya, permitiéndoles avanzar más rápidamente y rodear puntos fuertes rusos como Kupyansk e Izyum y empujar a las fuerzas rusas desde el río Siverskyi Donets hasta la frontera internacional en la mayor parte de la región.

Por tanto, aunque las fortificaciones rusas son fuertes y bien defendidas, serían muy vulnerables a los envolvimientos en campo abierto, pues muchas de ellasno se extienden mucho más allá de los caminos mismos, a menudo lo suficiente como para proporcionar buenos campos de tiro desde ambos lados hacia el camino mismo. La mayoría de estas posiciones tienen flancos abiertos que terminan en medio de los campos. Además, muchas de estas posiciones no están a una distancia de apoyo táctico entre sí, lo que las haría vulnerables a los envolvimientos tácticos ucranianos.

Las imágenes satelitales muestran que Rusia ha construido estructuras antitanque de dientes de dragón junto a las carreteras y caminos, pero no se extienden lo suficiente en los campos abiertos para evitar que los carros de combate y blindados ucranianos puedan realizar envolvimientos. Una de las teorías del Institute for the Study of War es que el objetivo de Moscú no sería tanto contener las ofensivas como retrasar su avance hasta que las tropas rusas puedan reforzarse para impedir que las fuerzas ucranianas atraviesen las líneas de defensa secundarias y terciarias que protegen las vías críticas tanto en Crimea como en el oeste de la región de Zaporizhia, otra de las que Moscú se “anexionó” oficialmente.

Un retraso estratégico significaría esperar lo suficiente, meses incluso, para permitir que las unidades recién movilizadas o reclutas parcialmente entrenados lleguen al teatro de operaciones a tiempo para detener y posiblemente revertir la contraofensiva ucraniana. Pero las contraofensivas ucranianas a veces se han movido mucho más rápido que eso, una vez lanzadas. Si la incursión se desarrollase en solo unas semanas, en lugar de en meses, entonces Moscú tendría que reforzarse desde otras partes con fuerzas ya desplegadas y operando allí.

Todo esto podría llevar a pensar que Moscú estaría comenzando a perder la fe en la capacidad de las fuerzas rusas para mantener áreas clave en el oeste del óblast de Zaporizhia, lo que posiblemente establezca condiciones de información a largo plazo para una retirada rusa de esta área, incluida la central nuclear.

Distintas fuentes en redes sociales y bloggers, especialmente los afiliados al Grupo Wagner, están promulgando una narrativa de que las fuerzas rusas se están preparando para abandonar el ZNPP pronto. De hecho, el jefe de la agencia de energía nuclear ucraniana Energoatom declaró el 26 de noviembre que las fuerzas rusas pueden estar preparándose para abandonar la ZNPP y que el primer indicio de estos preparativos son “publicaciones rusas” no especificadas

Aunque ISW asegura no tener evidencia de una contraofensiva ucraniana inminente en el óblast de Zaporizhia que podría amenazar las posiciones rusas en Enerhodar o Melitopol, sí que hay constancia de ese discurso “preparatorio” que están difundiendo blogueros afines a Putin, funcionarios de ocupación y los propios medios estatales rusos de una concentración de fuerzas ucranianas a lo largo de este eje. Si esa posible amenaza afectase también a Melitopol podría igualmente preparar el espacio de información para una eventual retirada rusa, independientemente de si tales afirmaciones realmente tienen la intención de hacerlo.