
Alianza en Europa
Acuerdo histórico de Defensa entre Londres y Berlín ante la amenaza de Putin
El premier Keir Starmer y el canciller alemán Friedrich Merz rubricaron el documento, que pasará a conocerse como el Tratado de Kensington, en un acto en el museo Victoria & Albert
Reino Unido y Alemania han firmado un amplio tratado de amistad que compromete una cooperación más estrecha en materia de seguridad, incluyendo la promesa de ayudarse mutuamente en caso de un ataque armado. Para la ocasión, el premier Keir Starmer ha recibido en Downing Street a Friedrich Merz, quien ha viajado a Londres por primera vez como canciller alemán para firmar un simbólico pacto que establece un enfoque compartido en política exterior y considera la agresión rusa como la "amenaza más significativa y directa" para la seguridad de ambos países. El documento compromete además a Londres y Berlín a una cooperación más profunda también con París, formalizando por primera vez la llamada "alianza triangular".
El tratado bilateral se firma tan sólo una semana después de que Reino Unido y Francia, las dos únicas potencias nucleares de Europa, decidieran dar un paso más en su colaboración en materia de Defensa con un acuerdo histórico para coordinar, por primera vez, el uso de armas nucleares.
Quedan claro, por tanto, los esfuerzos de Starmer por reconstruir la influencia británica en el Viejo Continente, enterrando así las tensiones del Brexit ejecutado por el anterior gobierno conservador. Ante la amenaza de Vladimir Putin y la imprevisibilidad de Donald Trump, el premier quiere estrechar lazos con sus aliados europeos. "Conscientes de la estrecha alineación de sus intereses vitales y convencidos de que no existe amenaza estratégica para uno que no lo sea para el otro, las partes afirman, como aliados cercanos, su profundo compromiso con la defensa mutua y se asistirán, incluso con medios militares, en caso de un ataque armado", señala el acuerdo bilateral firmado entre Londres y Berlín.
Ambos mandatarios rubricaron el documento en un acto en el museo Victoria & Albert, tras lo cual, el dirigente laborista señaló que pasará a conocerse como el Tratado de Kensington, por la ubicación de esa institución cultural. Starmer destacó que este pacto "histórico" abre una nueva era de relaciones con Alemania, mientras que Merz subrayó su deseo de "trabajar más" con el Reino Unido después de su salida de la Unión Europea.
Si bien el tratado incluye planes de colaboración en varios asuntos, desde la lucha contra la inmigración ilegal al cambio climático o la movilidad juvenil, la cuestión de defensa es la piedra angular en un contexto geopolítico tremendamente convulso. En este sentido, el documento profundiza en el Acuerdo de Trinity House firmado por las partes en Londres el 23 de octubre de 2024, en el que se comprometieron al desarrollo conjunto de armamento, como un sistema de Capacidad de Ataque de Precisión a Larga Distancia, con un alcance superior a los 2.000 kilómetros. También acordaron entonces una asociación estratégica en sistemas terrestres y continuar la estrecha cooperación en el programa BOXER de vehículos blindados.
Cuando Merz asumió el cargo de canciller alemán en mayo, viajó a Kiev con Starmer, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, en una muestra de unidad europea. Fue allí cuando se ultimaron los detalles del tratado bilateral firmado ahora entre Londres y Berlín que, por primera vez, marca un acuerdo de asistencia mutua, declarando estar "convencidos de que no existe una amenaza estratégica para uno que no lo sea para el otro".
Si bien ambas partes insisten en que la OTAN sigue siendo su principal alianza de seguridad, la medida subraya la determinación compartida entre ambos mandatarios de fortalecer las defensas de Europa.
La primera página del texto británico-alemán identifica la guerra de agresión de Rusia contra el continente europeo como la amenaza común "más significativa y directa" a su seguridad. Ambos países expresan asimismo una "profunda preocupación" por las amenazas híbridas y las interferencias de actores estatales extranjeros y sus satélites para dinamitar su seguridad y valores democráticos con "acciones crecientemente agresivas".
Por ello, Londres y Berlín aumentarán su cooperación en inteligencia y desarrollarán herramientas para enfrentarse a estas amenazas, entre las que mencionan de manera expresa el "sabotaje, la ciberactividad maliciosa, la manipulación de información o el uso maligno de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial".
También se comprometen a lograr acuerdos en políticas de seguridad sobre "disuasión y defensa, temas nucleares, control de armas, no proliferación, amenazas biológicas, radiológicas, nucleares, seguridad espacial o antiterrorismo". Igualmente, buscarán abordar de forma conjunta las amenazas sanitarias y las prioridades de salud globales, como la prevención y respuesta ante pandemias o la resistencia antimicrobial.
Por otra parte, Londres adelantó que, en paralelo con la firma del tratado amistoso, Berlín adquirirá un compromiso "histórico" en materia migratoria. Apenas una semana tras rubricar un pacto migratorio piloto de deportación recíproca con Francia, Londres ha acordado ahora con Berlín un "cambio legislativo" que permitirá ilegalizar la facilitación del tráfico de migrantes que llega de manera irregular a las costas británicas y que se realizará a finales de año.
Asimismo, ambos países se emplazaron a identificar oportunidades de cooperación comercial e industrial en áreas que aseguren la competitividad futura de sus economías, tales como el transporte, la industria aeroespacial, la inteligencia artificial o el ámbito de la energía. En esta línea, facilitarán "servicios de pasajeros con trenes directos de larga distancia directos entre ellos" que podrían cubrir rutas desde Londres hasta Fráncfort, Colonia o Berlín e inaugurarse en 2030.
Londres y Berlín abogan por "reducir los obstáculos" para promover intercambios entre sus ciudadanos a todos los niveles, empezando por una mayor fluidez a la hora de cruzar las fronteras y con especial hincapié en crear más iniciativas de movilidad juvenil. Como resultado, ambos países facilitarán intercambios juveniles y escolares de manera bilateral y desarrollarán estructuras y proyectos similares a 'UK-German Connection', la iniciativa que fomenta vínculos entre escuelas y jóvenes del Reino Unido y Alemania desde 2005.
Por último, también se incrementarán los intercambios a nivel universitario y las oportunidades de aprendizaje como pasantías y, a nivel cultural, se establecerá un grupo de trabajo intergubernamental sobre tecnologías creativas y se estrechará la cooperación entre el Goethe Institut y el British Council.
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