Emergencia en Italia

Francia rechaza acoger a inmigrantes de Lampedusa: "Sería un error de juicio"

París defiende la línea dura de la primera ministra italiana contra la inmigración ilegal pero cree que distribuirlos ahora por Europa enviaría una señal equivocada a los irregulares

Gèrald Darmanin, ministro del Interior francés
Gèrald Darmanin, ministro del Interior francésInternet

La llegada masiva de inmigrantes irregulares a la isla italiana de Lampedusa ha encendido las alarmas en la Unión Europea (UE) y puesto en marcha su maquinaria diplomática. Italia exigió cambiar el foco respecto a la gestión del fenómeno migratorio y concentrar la atención en reducir el flujo desde los países del norte de África, en lugar de discutir sobre el reparto de los inmigrantes, pero hasta alcanzar un acuerdo, Roma necesita ayuda para gestionar los miles de migrantes que desembarcan en sus costas cada día.

Sin embargo, el ministro del interior francés, Gérald Darmanin, anunció que Francia no acogerá a una parte de los inmigrantes que llegaron recientemente a la isla de Lampedusa, como solicitaba el Gobierno italiano. “Sería un error de juicio considerar que los inmigrantes, una vez que llegan a Europa, deben ser distribuidos inmediatamente por toda Europa y hacia Francia, que desempeña en gran medida su papel”, declaró Darmanin en una entrevista con radio Europa 1, antes de viajar este lunes a Italia.

En Roma, el ministro del Interior francés se reunió ayer con su homólogo italiano, Matteo Piantedosi, para abordar la crisis migratoria desatada en Lampedusa, que amenaza con alcanzar el resto de países europeos. París es consciente de que Italia no es el destino final de la mayoría de los inmigrantes que entran en Europa a través del Mediterráneo, y que muchos de ellos intentarán, antes o después, alcanzar Francia.

Es por eso que el Gobierno francés transmitió su respaldo el endurecimiento de la política migratoria del Ejecutivo de Giorgia Meloni, pero rechazó acoger más inmigrantes hasta que Roma no respete escrupulosamente la legislación comunitaria, que establece que los migrantes deben pedir asilo político en el primer país europeo al que llegan, lo que en la práctica deja en manos de los países de entrada, como España o Italia, la responsabilidad de gestionar los flujos migratorios.

Sólo los acogeremos si respetan las reglas del asilo, si están siendo perseguidos. Pero si simplemente es una inmigración irregular, Francia no los puede acoger”, dijo el ministro del Interior galo. Darmarin aseguró que “muchos” de los migrantes que llegaron la semana pasada a Lampedusa no sufren persecución política, y por tanto deben ser repatriados. “Tenemos que expulsar a sus países a los que no tienen nada qué hacer en Europa”, insistió. “Francia es muy firme sobre esta cuestión”.