Portugal

Ni Lisboa ni Oporto: esta es la verdadera y desconocida capital de Portugal

La ciudad es conocida por albergar una de las universidades más antiguas del país y de Europa

Ni Lisboa ni Oporto: esta es la verdadera capital de Portugal
Ni Lisboa ni Oporto: esta es la verdadera capital de Portugal Pexels

Portugal se ha consolidado en los últimos años como uno de los destinos turísticos más atractivos del continente europeo. Sus playas, su rica gastronomía, su herencia histórica que abarca desde castillos medievales hasta barrios azulejados, y el encanto de ciudades como Lisboa, Oporto o Sintra atraen cada año a millones de visitantes. Sin embargo, más allá de sus rutas más transitadas, el país esconde detalles desconocidos, incluso para muchos de sus ciudadanos.

Uno de esos detalles tiene que ver con la capital del país. Porque, aunque la inmensa mayoría de la población -y del mundo- da por sentado que Lisboa es la capital de Portugal, lo cierto es que nunca ha sido designada oficialmente como tal. Según ha recordado recientemente el medio luso Postal, ningún documento constitucional o decreto legal ha consagrado jamás a Lisboa como capital del estado portugués.

Desde el siglo XIII, Lisboa ha sido la sede de los principales órganos del poder político: el Gobierno, la Presidencia de la República, el Parlamento, el Tribunal Constitucional. Pero esa función solo ha sido asumida de facto. En contraste, hay una ciudad que sí fue formalmente reconocida como sede del poder durante siglos: Coimbra.

Coimbra, la capital histórica del reino

Ubicada en el centro de Portugal, Coimbra fue la capital del Reino de Portugal entre los siglos XII y XII, un periodo clave. Fue allí donde residió la monarquía portuguesa, y se convirtió el eje del poder en un territorio aún en expansión. Además, en 1290 se fundó en la ciudad la Universidade de Coimbra, considerada la primera del país y una de las más antiguas de Europa. Un hito consolidó el papel de la ciudad como centro del saber y la cultura. La pérdida de protagonismo político de Coimbra llegó con el reinado de Alfonso III, quien trasladó la corte a Lisboa alrededor de 1255. La ciudad comenzó a imponerse por su creciente importancia comercial y sus conexiones marítimas. Aun así, ese traslado fue práctico, no legal.

Otros casos

Este caso no es único en el mundo. Otros países también carecen de una proclamación oficial de su capital. Es el caso, por ejemplo, de Suiza, donde Berna actúa como capital federal, aunque la Constitución no la mencione como tal. Algo similar ocurre con La Haya en los Países Bajos, sede del gobierno y de la monarquía, aunque la capital constitucional sea Ámsterdam.