Religión
Un gran número de figuras políticas de Alemania quiere prohibir el uso del velo en las escuelas de la nación
Tras el anuncio de Austria de vetar el uso de velo en los menores de 14 años, el ministro europeo de Hesse, Manfred Pentz, pide estudiar la misma medida en Alemania para evitar presión patriarcal sobre niñas
El debate sobre el velo islámico ha saltado de Austria a Alemania. Tras conocerse que Viena prohibirá el uso de pañuelo en escuelas y guarderías para niñas menores de 14 años, el ministro europeo del estado federado alemán de Hesse, Manfred Pentz (CDU), ha sido el primer político de Alemania que aboga abiertamente por importar la norma. En declaraciones a Bild, Pentz ha defendido que “en Alemania deberíamos estudiar seriamente adoptar esta regulación”, argumentando que es frecuente ver “a niñas muy pequeñas con velo” y que ello puede obedecer a “presión de adaptación en ciertos entornos o a las actitudes de las propias familias”.
La ministra de Integración austriaca, Claudia Plakolm (ÖVP), anunció la medida calificando el pañuelo infantil como “un signo de opresión” y advirtiendo que en caso de reiteradas infracciones caerán “multas administrativas”. La norma austriaca no se limita al velo: también endurece la exigencia de programas de integración obligatorios durante tres años bajo amenaza de recortar ayudas sociales y prevé bloquear cuentas y vetar la entrada a influencers islamistas considerados radicales.
Berlin observa con interés el “modelo austriaco”
Pentz ha subrayado que su propuesta “no busca excluir ninguna religión ni tradición”, sino “fortalecer la conciencia de las niñas de que la libertad religiosa, la apertura y la diversidad también valen para ellas” y ha situado a las escuelas como “el lugar idóneo” para enviar ese mensaje. Además, ha elogiado el paquete austriaco completo: desde la reducción de subsidios por no cumplir cursos de idioma hasta la creación de listas de personas consideradas islamistas, medidas que, a su juicio, incentivan “una integración más rápida y activa sin renunciar a la propia identidad”.
La idea ha calado en varios sectores del arco político alemán. Algunos gobernadores del sur y este del país ven en el “modelo austriaco” una vía para abordar la integración y al mismo tiempo responder a las preocupaciones sociales sobre símbolos religiosos en la escuela pública. De momento, el debate se centra en si una eventual prohibición se aplicaría solo a menores de edad o se extendería hasta los 16 años, la edad legal de elección religiosa en varios estados federados.
Aunque no existe todavía una posición oficial del Gobierno federal, el propio Pentz ha pedido que se abra “una reflexión seria” en el seno de la CDU/CSU y ha anunciado que planteará el asunto en la próxima conferencia de ministros de educación.
Mientras tanto, asociaciones musulmanas y defensoras de los derechos fundamentales advierten de que cualquier veto debe estar muy justificado para no vulnerar la libertad religiosa consagrada en la Constitución alemana, por lo que prevén un intenso pulso legislativo si la iniciativa acaba formalizándose en Berlín.