Pánico en Rusia

Putin promete represalias por el ataque masivo con drones en Moscú

A pesar de estar a cientos de kilómetros de la línea del frente, los rusos sufren una ofensiva aérea que cuestiona sus defensas

Vista de los daños provocados en uno de los bloques alcanzados por los drones en Moscú este martes
Vista de los daños provocados en uno de los bloques alcanzados por los drones en Moscú este martesAFP

Durante las últimas semanas, Rusia ha extremado las medidas de seguridad en sus calles por miedo a un ataque ucraniano como el que tuvo lugar este martes y que hizo cumplir los pronósticos más pesimistas en forma de drones que sobrevolaron el cielo de Moscú lanzando un ataque tan inesperado como preocupante. Aunque las víctimas oficiales solo han sido cuatro y han sufrido heridas leves, el pánico se ha extendido entre la población que ha empezado a comprobar que la guerra puede llegar a ese lado de la frontera.

Lo que hasta hoy mostraban las noticias en la televisión se podía ver en directo saliendo a la calle, sin pantallas de por medio, en la capital rusa. Aunque los datos ofrecidos por el Kremlin no se han facilitado con gran cantidad de detalles, se ha podido confirmar, al menos, la presencia de 25 drones no tripulados, al parecer de fabricación ucraniana, atacando a la vez varios barrios moscovitas. Podrían haber sido más (medios no oficiales confirman 32 aeronaves teledirigidas) y más letales, de no ser por la reacción de las defensas de la capital rusa que derribaron a 19 de ellos en las zonas aledañas. Tres drones impactaron contra edificios de vecinos en barrios como el de Profsoyuz, Novaya Moskva o la avenida Leninski, provocando daños materiales de poca consideración y la evacuación de los vecinos.

Además, se sabe que otros tantos han podido explosionar a las afueras de la capital en las zonas de Krasnogorsk, Odintsovo y Rublevskoe, muy cerca (aproximadamente a diez minutos) de Novo-Ogaryovo, lugar donde reside el presidente ruso, Vladimir Putin. El pasado tres de mayo, un dron explosionó sobre una de las cúpulas del Kremlin, en donde se encuentra la residencia oficial de Putin, aunque el mandatario vive prácticamente todo el año en el oeste de Moscú, zona de acción de los drones de hoy. Activado el plan de emergencias los moscovitas pudieron ver a numerosos efectivos de la policía patrullando por las calles de la ciudad con rifles anti-drones. Mientras, el Ministerio de Defensa ruso denunciaba que Ucrania estaba detrás del ataque perpetrado. En un comunicado oficial publicado por esa institución se informaba de que "por la mañana, el régimen de Kiev había lanzado un ataque terrorista con vehículos aéreos no tripulados en las instalaciones de Moscú".

En el país se esperaba una reacción por parte de Ucrania a los ataques que el Ejército ruso lleva efectuando en la capital, Kiev, aunque pocos se atrevían a aventurar que estos ataques pudiesen llegar a Moscú, en teoría blindada. Aún así, el Kremlin ha afirmado que "no hay amenaza por el momento" para los habitantes de la capital y sus alrededores y que el presidente Vladimir Putin fue informado de inmediato, como confirmaba poco después el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Gracias a Dios no hubo víctimas y no hay amenaza por el momento para los habitantes de Moscú la región de Moscú". "La jornada de trabajo del presidente comenzó muy temprano.

Fue informado en directo por el ministerio de Defensa, la alcaldía de Moscú, el gobernador de la región y el ministerio de Situaciones de Emergencia", informaba el hombre de confianza de Putin. Horas más tarde, el líder ruso aparecía en la televisión pública acusando a Ucrania de “terrorismo” e intentar intimidar a los rusos con el ataque de hoy, asegurando que con sus acciones, el régimen de Kiev, pretende provocar una “respuesta simétrica”. Desde Ucrania, Mijail Podolyak, asesor del presidente Zelenski, aseguró que su país no tenía relación con lo ocurrido, aunque reconoció que “lo observaban con placer” a la vez que “predecían un aumento en el número de ataques”. Por su parte, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuri Ignat, afirmaba que el ataque sufrido en Moscú era “consecuencia de los problemas internos” del país, insinuando que podría haber sido perpetrado por grupos de oposición rusos que buscan derrocar al presidente de Rusia.

Analistas afines al Kremlin comentaban lo ocurrido este martes en numerosos programas de televisión, asegurando que no había motivos para el pánico y que el país se encontraba fuertemente protegido por sus Fuerzas Armadas. Algunos de ellos creían que los ataques podrían aumentar el sentimiento patriótico entre la población y engrosar las listas de voluntarios que decidan ir al frente. El único que ha alzado su voz crítica ha sido, una vez más, el jefe del Batallón Wagner, Evgueni Prigozhin, que acusó hoy al Ministerio de Defensa ruso de haber permitido el ataque.

El oligarca volvió a dar su opinión a través de un audio publicado en su canal de Telegram. "Bestias asquerosas, ¿qué están haciendo? (...) Levanten sus culos de las oficinas en las que los sentaron a proteger este país. Ustedes son el Ministerio de Defensa (...) ¿Por qué demonios permiten la llegada de estos drones a Moscú”. Prigozhin afirmó también que, como ciudadano se sentía “profundamente indignado por que estas escorias estén sentados tranquilamente sobre su gordos culos untados con cremas caras. Y por ello considero que el pueblo tiene todo el derecho a pedir a estos sinvergüenzas que rindan cuentas".