Gabón

La familia del expresidente de Gabón es liberada tras casi dos años de cautiverio

El expresidente Bongo y su familia han sido trasladados a Angola por petición del presidente João Lourenço

Gabón.- Liberados el expresidente de Ali Bongo y su familia, detenidos tras el golpe de Estado de 2023 en Gabón
Gabón.- Liberados el expresidente de Ali Bongo y su familia, detenidos tras el golpe de Estado de 2023 en GabónEuropa Press

El golpe de Estado ocurrido en Gabón en el verano de 2023 puso fin a más de medio siglo de dominio de la familia Bongo. Primero gobernó el país Omar Bongo, entre 1967 y 2009, momento en que su hijo, Ali Bongo, le sucedió en el poder. Tras el golpe de 2023, Bongo (hijo) fue inicialmente puesto bajo arresto domiciliario en Libreville, aunque las nuevas autoridades gabonesas aseguraban que tenía libertad de movimiento. Su esposa, Sylvia Bongo, y su hijo Noureddin, encarcelados tras el golpe y acusados de corrupción, fueron transferidos a arresto domiciliario hace apenas unas semanas.

La Unión Africana había exigido la liberación inmediata de Sylvia y Noureddin Bongo, así como garantías para la protección de sus derechos y salud, tras denuncias de torturas bajo custodia. Brice Nguema, nuevo jefe de Estado desde el golpe y revalidado en las elecciones ocurridas el pasado mes de abril, sin embargo, ha negado tales acusaciones cada una de las veces que se han planteado. Y no sería hasta este viernes que la familia Bongo ha sido liberada, tras casi dos años de arresto. Este hecho se dio tras una visita del presidente angoleño, João Lourenço, actual presidente de la Unión Africana, a Libreville, donde se reunió con Brice Oligui Nguema. Tanto el expresidente Bongo como su familia han aterrizado ya en Luanda, capital de Angola, donde ahora residirán bajo la protección de las autoridades angoleñas.

El golpe que derrocó a Ali Bongo se produjo pocos días después de unas elecciones presidenciales que otorgaron la victoria a Bongo con un 64.27% de los votos, resultados que Nguema y sus seguidores denunciaron como amañados y fraudulentos. Aseguraban que la administración Bongo había llevado al país hacia una "degradación continua de la cohesión social", poniendo a Gabón al borde del caos. La familia Bongo, acusada durante años de enriquecerse a costa de la población, defendió su gestión, aunque un tercio de la población vive en condiciones de pobreza pese a la riqueza petrolera del país.

Brice Oligui Nguema, primo de Ali Bongo y excomandante de la Guardia Republicana, lideró el golpe con el objetivo declarado de rescatar la nación y reformar el sistema político. Tras tomar el poder, convocó elecciones en las que obtuvo el 90.35% de los votos. Una victoria en apariencia abrumadora pero que ha sido cuestionada por observadores y analistas en lo referente a la transparencia y legitimidad del proceso.

La figura de Nguema encarna, en definitiva, la ambigüedad de la democracia en Gabón. Por un lado, ha seguido de manera teórica todos los protocolos democráticos: organizó elecciones, permitió mítines y discursos patrióticos, y recibió el apoyo de la Unión Africana, que ha readmitido a Gabón tras suspender su membresía por el golpe. Por otro, su llegada al poder se produjo mediante un golpe militar que terminó con unas elecciones opacas que pudieron garantizar su permanencia en el poder.

El nuevo presidente, en su discurso tras la elección, agradeció a Dios y llamó a la población a “pasar página” y “volver al trabajo para construir Gabón”. Sin embargo, el futuro político y social del país sigue siendo incierto, marcado por la necesidad de reconciliación nacional y la presión para asegurar derechos humanos de una población que parece haber saltado de una dictadura a otra.