Félix Tshisekedi gana las elecciones en República Democrática del Congo con un 73% de los votos

Tras más de diez días desde que tuvieron lugar las elecciones presidenciales en República Democrática del Congo, el 20 de diciembre, se conoce al ganador. La Comisión Electoral Independiente anunció este domingo que Félix Tshisekedi ha resultado victorioso con un 73,34% de los votos, confirmándose así la reelección de quien lleva gobernando el país desde enero de 2019. Una victoria que lleva adivinándose varios días, desde que los resultados parciales que han ido publicándose concedían en todas las regiones los mejores resultados al presidente reelegido.

Tshisekedi mejora así su marca personal y reafirma su liderazgo, dado que apenas consiguió en las elecciones de 2018 el 38,5% de los apoyos, un resultado mediocre que puso en duda su legitimidad durante los últimos cinco años. Lo que no quita, sin embargo, que la oposición haya calificado las elecciones de este año de “estafa”.

Durante los últimos días, las formaciones políticas de los principales candidatos han denunciado un proceso electoral que estuvo caracterizado por los retrasos (los últimos congoleños en votar lo hicieron el día 23), la inaccesibilidad a ciertas zonas cuyos habitantes no pudieron ejercer su derecho a voto (incluyendo millones de desplazados internos en el este del país) o las agresiones esporádicas de seguidores de Tshisekedi contra quienes mostraron su apoyo a cualquiera de los otros candidatos. También se convocó el pasado 27 de diciembre una manifestación en Kinshasa que mostrase este desacuerdo, pero el Gobierno no autorizó la protesta, que terminó con un puñado de ciudadanos siendo dispersados en la capital sin demasiados esfuerzos por parte de la policía.

La tardanza en la publicación de resultados llevó igualmente a jornadas de tensión en la geografía congoleña. A las quejas de los candidatos oficiales se unieron las declaraciones del expresidente y antiguo aliado de Tshisekedi, Joseph Kabila, que el día 21 hizo un llamamiento para convocar una movilización general “para devolver el poder al pueblo”. Un llamamiento que fue desoído por la población civil pero que levantó temores ante una posible reacción de las fuerzas de seguridad congoleñas.

Poco más de 18 millones de personas, en un país de 96 millones, depositaron su voto en las urnas entre el 20 y el 23 de diciembre, y 13.2 millones lo hicieron en favor de Tshisekedi. Con la intención de prevenir posibles protestas tras la publicación de los resultados, un fuerte dispositivo policial fue desplegado este domingo en la capital congoleña, aunque por el momento no se han registrado incidentes.

Mientras que hubo discrepancias entre los distintos organismos encargados del conteo de votos durante las elecciones de 2018, este año no fue así: por ejemplo, la Misión de observación electoral de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, que en las elecciones anteriores señaló la victoria de Martin Fayulu, ha confirmado que sus resultados coinciden en esta ocasión con los del CENI y garantizan así la victoria de Tshisekedi. Por otro lado, la misión de observación electoral más numerosa del país, la Organización de la Sociedad Civil para la Paz en el Congo, con 75.000 miembros desplegados en todo RDC, invitó a los candidatos a aceptar los resultados “con toda deportividad”.

La segunda posición ha sido para Moïse Katumbi, exgobernador de Katanga e importante empresario congoleño, con un 18% de los votos. Martin Faluyu apenas si ha superado el 5% de los apoyos. Pero ha sido Denis Mukwege, “candidato de la esperanza” y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2018, el fracaso más representativo: apenas un 0,26% de los congoleños le escogieron como alternativa a Tshisekedi.

República Democrática del Congo ha escogido, pese a los escollos presentes a lo largo de todo el proceso electoral, a quien les guiará en los años que vienen. Y Tshisekedi se enfrenta a un cúmulo de retos que pasan por la evasiva ruta del desarrollo, la búsqueda de alianzas en Asia y la desoladora guerra que afecta a las provincias del este del país y que tienen a Ruanda como máximo responsable. Los congoleños han decidido confiar en él y este domingo salieron en masa a celebrar su victoria en las calles de Kinshasa. Será tarea del presidente cumplir con sus expectativas.