Kamala Harris está recogiendo una buena cosecha entre la Generación Z

Justo antes de que Joe Biden abandonara la carrera presidencial buscando su reelección, las encuestas mostraban una inclinación inusual del voto joven hacia el Partido Republicano. En su día, el exmandatario demócrata Barack Obama consiguió atesorar el apoyo de este importante grupo de votantes, pero a finales de abril, según varias encuestas de Pew Research, la proyección cambió.

Los jóvenes no vieron con buenos el apoyo de su presidente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el conflicto de la Franja de Gaza y se lo hicieron saber con una ola de huelgas y protestas en las universidades de todo el país que se saldó con cientos de detenidos, el cese de varios directivos universitarios y una importante crisis dentro del Partido Demócrata que veía como un electorado crucial se alejaba de ellos.

Muchos se preguntaron entonces si el rechazo era solo hacia Biden o hacia su partido. La llegada de Kamala Harris ha despejado la incógnita. La vicepresidenta, y ahora candidata presidencial demócrata, ha conseguido recuperar parte del apoyo juvenil en tan solo tres semanas con una ventaja de nueve puntos respecto a su rival republicano. En algunos Estados bisagra, la demócrata va hasta 24 puntos por delante de Trump en el voto joven y en Tik Tok, la red social preferida de este grupo de votantes, los tributos a la vicepresidenta son cada vez más.

Kamala ha conservado muchas de las tendencias e ideas de su antecesor, pero en lo que se refiere al conflicto de Oriente Medio ha seguido manteniendo lo que nunca escondió, es hora de que Netanyahu ponga fin a la guerra. Además, la vicepresidenta tiene un perfil muy atractivo que la acerca aún más a esta generación, una mujer negra y asiática comprometida con un mayor acceso a la atención médica o la condonación de la deuda estudiantil, que asciende a 1.62 billones de euros y afecta a uno de cada cinco estudiantes en todo el país. La tendencia es una muestra más del apoyo al progreso, aseguran varios expertos.

Kamala está recogiendo una buena cosecha entre la Generación Z, pero todavía debe seguir trabajando si quiere que este grupo le dé la victoria como se la dio a Biden en las pasadas elecciones y evitar así una ola roja. Aunque es cierto que la vicepresidenta siempre ha defendido la paz en Oriente Medio, también es verdad que, eclipsada por su jefe, su voz nunca ha sido ampliamente escuchada, y todavía hay una parte de la generación juvenil que ven en ella una continuación de su predecesor, «una versión 2.0 de lo que ha sido Biden», dicen los jóvenes neoyorquinos.

Por eso, Kamala Harris arrancó el mes con un mitin en Atlanta junto con los raperos Megan Thee Stallion y Quavo, dirigido específicamente a la Generación Z, de la que muchos votarán por primera vez este año. «En esta elección sabemos que los votantes jóvenes serán clave y sabemos que su voto no puede darse por sentado», reconoció la candidata demócrata en el acto. «Hay que ganárselo y eso es exactamente lo que haremos».

El mismo sentimiento se recoge en otro Estado clave como es Carolina del Norte. Desde que Biden dio un paso al lado, los jóvenes se han lanzado al apoyo de Kamala y la participación de voluntarios de la Generación Z ha aumentado. «Los votantes jóvenes están entusiasmados con esta elección y continuamos desarrollando nuestro programa de organización de campus en todo el Estado y nuestros amplios esfuerzos por impulsar la participación juvenil y que se corra la voz de que Harris está cumpliendo con Carolina del Norte y los jóvenes de este Estado», ha remarcado en un comunicado Joey Hannum, portavoz de campana en Carolina del norte. En una entrevista con CNN, otro joven registrado como demócrata reconoció que la reacción ha sido toda una sorpresa: «De repente nos dimos cuenta de que la Generación Z puede levantarse del sofá y organizarse, solo necesita las personas adecuadas en el cargo para inspirarlos».

Con el regreso a las aulas a la vuelta de la esquina y tras un verano que de momento ha estado calmado a las puertas de las universidades, los campus empiezan a levantar las restricciones de acceso, pero todavía se mantiene la seguridad a la entrada, por si acaso. Mientras tanto, en el hábitat usual de verano de estos jóvenes, las redes sociales (sobre todo Tik Tok) ya se va perfilando la vuelta. En poco más de 3 semanas Harris ha conseguido acumular más de 4.3 millones de seguidores y superar los 25 millones de «likes» en muchas de sus publicaciones.

El entusiasmo juvenil no da ninguna muestra de disminuir, pero la pregunta es si se mantendrá igual en caso de que estos jóvenes no consigan que Kamala les dé la razón en el conflicto de Oriente Medio, o si, por ejemplo, la deuda estudiantil continúa aumentando en los próximos meses.