Represión en Venezuela
Henrique Capriles: «Maduro instiga la violencia para deslegitimar las protestas»
Dos meses después del inicio de las manifestaciones antichavistas, el líder de la oposición se convierte en víctima de la represión tras ser golpeado en la cara.
Dos meses después del inicio de las manifestaciones antichavistas, el líder de la oposición se convierte en víctima de la represión tras ser golpeado en la cara.
Henrique Capriles, dos veces candidato a la presidencia de Venezuela y gobernador del Estado de Miranda, denunció una agresión al final de una manifestación en la que él fue golpeado en la cara y su equipo, atacado con gases lacrimógenos. En esta entrevista telefónica con LA RAZÓN, el líder opositor asegura que el plan del Gobierno es promover la violencia para deslegitimar las razones de la protesta en las calles, que comenzaron hace dos meses.
–¿Es la primera vez que le agreden de este modo?
–Sí, es la primera vez. Atacaron a mi equipo con perdigones. Nos hicieron una emboscada cuando nos retirábamos en una esquina. Ya había acabado la protesta. Robaron los teléfonos y los relojes a la gente de mi equipo mientras seguían disparando gas. O bien era algo premeditado o era parte de la orden criminal de arrasar con todo.
–¿Fue la Guardia Nacional?
–Tengo serias dudas de que sea la Guardia Nacional. La actitud de ellos, su forma de expresarse, hace indicar que no. Uno de ellos me golpeó con un casco en la cara cuando le dije que yo era el gobernador de Miranda. En ese momento, empezaron a dispararnos gases a los pies y nos quedamos dentro de una nube. Yo he venido denunciando con informaciones de la Fuerza Armada que el Gobierno ha hecho un ensayo para utilizar delincuentes como brigadas de choque.
–¿El anuncio de una Asamblea Constituyente subirá la tensión política y social en Venezuela?
–El Gobierno tomó una decisión que ha agravado la crisis de Venezuela. La Constituyente en los términos planteados por Maduro no existe en la Constitución. El voto en Venezuela es universal, directo y secreto. Es obvio que el Gobierno quiere evitar una elección libre y democrática, y hacer una Constitución a su medida sobre la base de una Asamblea Constituyente. El objetivo es perpetuarse en el poder y que sea el pueblo venezolano el que tome la decisión. Ellos hablan de un «plan Zamora», y desde que lo anunciaron aumentaron los muertos, los heridos y la represión. Hay 62 muertos y 14.000 personas heridas. Venezuela tiene la mayor cantidad de presos políticos desde la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, con tribunales militares procesando civiles. Todo se ha agravado y la tensión va en aumento.
–¿Cree que la discrepancias de la fiscal general, Luisa Ortega, con el Gobierno pueden animar a otros dirigentes a rebelarse?
–Eso es una señal de los quiebres internos del régimen. La fiscal general hizo un primer pronunciamiento hablando de la ruptura del orden constitucional por el autogolpe contra la Asamblea Nacional. Anteayer se pronunció la ex defensora del pueblo en contra de la Constituyente como también lo han hecho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y otras personas afectas al oficialismo, porque lo de Maduro es una aberración. Hay gente que cree que la Constitución de 1999, cuyo padre fue Hugo Chávez, está siendo violentada.
–¿Es cierto que los más pobres siguen apoyando al Gobierno chavista y que no participan en las protestas?
–A las personas más pobres les es mucho más difícil estar durante horas protestando en las calles porque, si ese día no salen a buscar el pan, no comen. La crisis económica no tiene precedentes en nuestro país. El 75% de la fuerza laboral en Venezuela gana el salario mínimo, que es menos de 40 dólares al mes. ¿Quién puede vivir con ese dinero? Imposible. Hablar de ricos en Venezuela es hablar de la gente que está en el Gobierno chavista. Ellos se enriquecieron, pero hoy tienen una cifra récord de pobreza, con un índice del 82%.
–¿Por qué la oposición no va a participar en la Constituyente? En 2005, el antichavismo boicoteó las elecciones y su derrota fue mayúscula.
–No queremos participar en un proceso que no está en la Constitución. Pero esta situación no tiene nada que ver con 2005. Ese año cometimos el error histórico de no participar en un proceso constitucional, pero el de ahora no es constitucional. Maduro pretende, además, que el resultado de la Constituyente no sea sometido a un referéndum. Si avalamos eso y participamos ahí, estaremos abriendo las puertas a todas las arbitrariedades que vendrán después y permitiremos que Venezuela sea la segunda Cuba de América.
–Maduro parece haberse blindado con un vicepresidente del ala dura como Tareck El Aissami. ¿Cree que existe unidad en la cúpula del Gobierno?
–Es una cúpula que está involucrada en todos los casos de corrupción y de destrucción del país. Es una cúpula aferrada al poder, con miedo a terminar en la cárcel cuando haya justicia. Esa cúpula cree que el uso de la fuerza puede sostenerse en el tiempo, pero han sacado mal sus cuentas. Si hubiese sensatez en el Gobierno, deberían discutir sobre una transición. Pero no es lo que están haciendo. ¿Cuánto tiempo más va a sostenerse el Gobierno sobre el uso de la fuerza y el asesinato de personas? Yo soy de los que piensan que no van a seguir así mucho más porque no tienen capacidad. La Fuerza Armada está completamente dividida, si bien la cúpula ahora les responde. Sobre la base de la actuación del Gobierno, las divisiones van a seguir aflorando y esa cúpula se va a quedar cada día más sola. Por eso, Venezuela camina hacia un desenlace. Y yo quiero que ese desenlace sea democrático y constitucional. Ésa es la lucha que estamos dando.
–¿Existen sectores de la oposición violentos con las Fuerzas de Seguridad venezolanas?
–Eso hay que aislarlo y condenarlo como lo hemos hecho. La oposición ha demostrado con multitudinarias manifestaciones que es una fuerza pacífica. Si hay grupos que pretenden desvirtuar ese espíritu, hay que rechazarlos. Detrás de todas las manifestaciones el Gobierno está infiltrando a gente. Queman autobuses y queman incluso a personas. En Lara, un infiltrado que era un ex guardia nacional fue tumbado a golpes. Cuando lo recogió la Policía, estaba vivo, y horas después apareció muerto con dos disparos de bala. ¿Qué pasó allí? El Gobierno vendía la idea de que había sido linchado por grupos de oposición. Falso. Están haciendo un esfuerzo para que en otros países crean que existe un escenario de violencia de lado y lado, pero no es así. La violencia es claramente el escenario que promueve el Gobierno para deslegitimar las razones de la protesta.
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