Irán

Irán aguarda el informe de la OIEA para el fin del embargo

Rohani confía en un «boom» económico con un aumento de la exportación de petróleo

La Razón
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Rohani confía en un «boom» económico con un aumento de la exportación de petróleo

Irán esperaba ayer con impaciencia la conclusión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sobre sus actividades nucleares para que se puedan levantar la sanciones que pesan sobre su economía. Sin embargo, su publicación se ha retrasado.

El informe final de la OIEA deberá verificar que el país persa ha cumplido todos los compromisos adquiridos en el acuerdo firmado con las potencias el pasado julio, que incluía la visita de inspecciones en sus centrales nucleares, para poder pasar a la siguiente fase: el denominado «día de implementación», es decir el momento en el que comiencen a aliviarse las sanciones contra la República Islámica. El pacto nuclear impedirá que Irán pueda hacerse con armas nucleares en la próxima década y someterá al país a una estricta supervisión y verificación por parte de los inspectores internacionales. Irán removió este miércoles el núcleo sensible de su reactor en Arak, crucial para la implementación del acuerdo atómico. Con está medida, se elimina ampliamente la capacidad del reactor de producir plutonio enriquecido a alto grado, que es necesario para el desarrollo de una bomba nuclear, y ha sido uno de los puntos más polémicos resueltos en las extensas negociaciones con las seis potencias. Con anterioridad Teherán había reducido de 19.000 a 6.100 las centrifugadoras (las máquinas que enriquecen el uranio, que según el grado sirve para fabricar combustible nuclear como material fisible para una bomba) en sus instalaciones de Natanz y Fordo. También durante los últimos meses ha enviado toneladas de uranio poco enriquecido a Rusia, para mantener sus reservas dentro de los límites permitidos por el acuerdo (por debajo de 300 kilos). Las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea por su dudoso programa atómico han asfixiado la economía petrolera de Irán, cuya producción de crudo ha disminuido hasta la mitad desde los 2,2 millones de barriles diarios que vendía al exterior antes de las sanciones económicas. Con la normalización de las relaciones comerciales con el exterior, Teherán aspira a aumentar la exportación en 500.000 barriles diarios hasta 1,6 millones durante este año.