Reino Unido

Johnson se afianza como nuevo líder de los «tories»

El ex ministro de Exteriores británico se impone en la segunda votación entre los diputados conservadores con 126 apoyos. Muy por detrás repite en la segunda plaza Jeremy Hunt, con 46

El candidato conservador Boris Johnson/AP
El candidato conservador Boris Johnson/APlarazon

El ex ministro de Exteriores británico se impone en la segunda votación entre los diputados conservadores con 126 apoyos. Muy por detrás repite en la segunda plaza Jeremy Hunt, con 46.

Si el Brexit se había convertido en una buena trama, las primarias del Partido Conservador no se están quedando atrás. La batalla por el liderazgo de la formación, que lleva también implícitas las llaves del número 10 de Downing Street, se pone cada día más interesante. El excéntrico Boris Johnson continúa como claro favorito, sacando una gran ventaja sobre el resto de candidatos. Tiene prácticamente asegurado su puesto en la final. Pero la gran pregunta es quién será su rival cuando previsiblemente mañana queden dos finalistas que los diputados «tories» presentarán a los afiliados. Son las bases quienes serán los responsables de elegir ganador a finales de julio.

De ahí que exista tanta expectación con las votaciones internas que se celebran a lo largo de esta semana. Con 126 votos, Johnson fue ayer, una vez más, el gran vencedor en la segunda criba que celebraron las filas. El controvertido político fue seguido por el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt (46 votos) y el responsable de Medio Ambiente, Michael Gove, (41 votos). Tras los más populares quedaron el responsable de Desarrollo Internacional, Rory Stewart, (37) y el de Interior, Sajid Javid (33).

Por su parte, Dominic Raab, quedó eliminado al no conseguir los 33 votos requeridos para esta ronda. El que fuera ministro del Brexit era el candidato más euroescéptico, ya que había dejado la puerta abierta a suspender la actividad parlamentaria para que sus señorías no puedan detener a un «premier» que quiera sacar a Reino Unido del bloque sin acuerdo a finales de octubre, cuando termina la prórroga.

Los resultados de esta segunda criba dan para muchas lecturas. Aunque la principal pregunta que surge ahora es la siguiente: ¿puede acabar Rory Stewart siendo el próximo «premier»? Con todas las primarias «tories» ocurre lo mismo. El que parte como completo «outsider» acaba convirtiéndose en estrella emergente, desafiando a los candidatos favoritos y cambiando por completo el debate. En 1990, pasó con John Major, en 2005 con David Cameron y ahora la historia se está repitiendo con el ministro de Desarrollo Internacional.

Nadie apostaba por él cuando presentó su candidatura. Y ya no solo porque fuera un completo desconocido para el electorado, sino porque es el único que defiende el actual acuerdo de retirada que Theresa May pactó con Bruselas. «Quien prometa ahora que puede cambiarlo es que aún no se ha dado cuenta de lo que va la película», repite en cada acto.

Y el mantra va tomando fuerza hasta el punto de que ayer quedó por delante del propio ministro del Interior, quien, hace apenas unos días, era uno de los más populares, pero ahora cuenta con muy pocas posibilidades de sobrevivir tras la votación de hoy. Stewart es ahora mismo la gran sensación de Westminster. Muchos «tories» consideran que es el único que puede plantar cara a la «apisonadora» Johnson, entre ellos, David Lidington, «número dos» del Gobierno, quien ha dado al candidato moderado públicamente su respaldo.

En cualquier caso, todo se basa ahora en estrategias, por lo que nada está dicho hasta el último momento. Sería precisamente por cuestiones tácticas por lo que Johnson no logró ayer un respaldo mayor. Los rotativos llegaron a vaticinar hasta 150 votos, lo que habría supuesto la mitad de los diputados «tories». En este sentido, hay muchos rumores que apuntan a que los defensores del excéntrico político habrían podido respaldar en esta ocasión a Hunt con el objetivo de ir apartando a Gove poco a poco.

Está claro que a Johnson no le gustaría quedar como finalista con Gove, el mismo que en su día le apuñaló por la espalda durante las primarias de 2016. Los dos se conocen muy bien. Saben de los secretos ocultos de cada uno. Por lo que al controvertido político no le conviene enzarzarse en el batalla final con el hombre que precisamente mejor sabe de sus puntos débiles. A la hora de la verdad, puede que Hunt no sea tan popular y simplemente esté siendo «utilizado» por el equipo de Johnson para llevarlo a la final con el convencimiento de que ganarle luego sea tarea fácil.

Según los rumores, los defensores de Johnson estarían también detrás de un plan denominado «coronar a Boris» para que el resto de los candidatos acaben dimitiendo y sea éste el único que se presente a la bases. Los que están detrás de este complot temen que, si durante todo un mes, los dos finalistas se enzarzan en un duro cruce de acusaciones para atraer a los simpatizantes, la imagen de la formación pueda verse aún más debilitada.

Advierten además, que la batalla tan solo daría munición a la oposición laborista ante unos eventuales comicios anticipados, una posibilidad que los analistas no descartan antes de que finalice el año. Pero Brandon Lewis, presidente del partido, no está por la labor. Éste quiere ejecutar todo el proceso de primarias para cumplir el deseo de las bases. En 2016, May quedó como única candidata y la historia no acabó especialmente bien.