Elecciones

Karol Nawrocki: Polonia primero, después Estados Unidos y luego la UE y Ucrania

El ganador de las presidenciales se define como patriota, nacionalista, con hincapié en los valores tradicionales y la soberanía nacional frente a UE: "primero Polonia, primero los polacos"

Karol Nawrocki, ganador de la segunda vuelta de las presidenciales en Polonia, es un historiador nacido en 1983 en Gdansk que llegó recientemente a la política en una trayectoria similar a la de su predecesor, Andrzej Duda, también nacionalista y conservador. Nawrocki creció en una familia trabajadora -su padre era un obrero aficionado a la historia, y su madre, con una inclinación por el arte y la literatura, trabajaba como encuadernadora- y atribuye a estas influencias, junto con la práctica del boxeo y el fútbol, la formación de su personalidad.

Mientras desempeñaba trabajos a tiempo parcial, completó su educación superior y obtuvo un máster en Historia y un doctorado en Humanidades en la Universidad de Gdansk. También cursó estudios de posgrado en administración y dirección de empresas.

Antes de su candidatura presidencial, Nawrocki dirigió el Instituto de la Memoria Nacional (IPN) entre 2009 y 2017 y fue director del Museo de la Segunda Guerra Mundial de Gdansk de 2017 a 2021. Durante su gestión en el IPN, promovió activamente la eliminación de monumentos al Ejército Rojo en Polonia, actos que acompañaba con una significativa cobertura mediática y que le valieron ser incluido en la lista de personas buscadas por la Federación Rusa.

Está casado y tiene tres hijos, uno de una relación anterior de su esposa. Una de sus grandes pasiones es el boxeo, que practicó en su juventud, y llegó a ganar el campeonato de Pomerania de peso pesado. Aunque se presentó como candidato independiente, contaba con el respaldo explícito del partido nacional-conservador Ley y Justicia (PiS), que gobernó entre 2015 y 2023, y anteriormente ente 2005 y 2007.

Ideología y propuestas políticas

Nawrocki se define como patriota, de ideología conservadora y nacionalista, con hincapié en los valores tradicionales y la soberanía nacional frente a la Unión Europea (UE), lo que concreta en su lema: "primero Polonia, primero los polacos". En cuanto a temas sociales, defiende la "familia tradicional y la identidad cristiana" en oposición a políticas progresistas como el aborto y los derechos del colectivo LGBTIQ+.

En materia migratoria, aboga por el rechazo total de la inmigración ilegal, denuncia el pacto migratorio de la UE y propone la construcción de centros de deportación. En política exterior, prioriza la alianza estratégica con Estados Unidos, especialmente bajo Donald Trump, a quien considera el gran garante de la seguridad regional europea y cuyo Gobierno le dio su apoyo en las elecciones presidenciales celebradas en segunda vuelta el domingo.

El nacionalista mantiene una postura escéptica hacia la integración de Ucrania en la UE y la OTAN hasta que se resuelvan disputas históricas con su país. Nawrocki critica al Gobierno de Donald Tusk por ser demasiado condescendiente con Bruselas y Berlín, y culpa a las "élites europeas" de la guerra en Ucrania. En el ámbito de la Justicia, plantea un sistema mixto de elección para el Consejo Nacional del Poder Judicial y la posibilidad de convocar un referéndum nacional sobre la reforma judicial si no se alcanza un acuerdo político antes de febrero de 2026.

En la economía, propone la reducción del IVA, la exención fiscal para familias con dos o más hijos e ingresos anuales inferiores a 35.000 euros, mantener el zloty como moneda nacional y la reducción de los precios de la energía doméstica manteniendo el uso del carbón.

Controversias y apoyos

La compra de un apartamento en Gdansk a cambio de cuidados y ayuda económica a un anciano que posteriormente terminó en un hogar de beneficencia es una de las diversas polémicas que han marcado su campaña. También ha enfrentado críticas por presuntas vinculaciones con criminales en su juventud, algo que él achaca a su época de guardia de seguridad y a actividades educativas en prisiones del IPN.

Sus partidarios lo describen como un hombre auténtico, patriota y trabajador, sensible a las necesidades ajenas y destacan su compromiso con la verdad histórica y su fe religiosa. Su apoyo principal proviene de votantes conservadores y de la Polonia rural, con una base electoral que se solapa con la extrema derecha.

Nawrocki se presentó a las elecciones como un "candidato cívico" y un "fuera del sistema", alguien capaz de poner fin a la "guerra civil" política que, según él, divide al país, que tiene un Gobierno de coalición liberal con una agenda reformista.