
Elecciones
El ultranacionalista Karol Nawrocki será presidente de Polonia tras su ajustada victoria electoral
El candidato trumpista logra el 50,89% de los votos frente al 49,11% del europeísta Rafal Trzaskowski en un reñido escrutinio
Polonia celebró ayer la segunda vuelta de unas decisivas elecciones presidenciales en las que estaba en juego su futuro papel en Europa. Un reñido enfrentamiento entre el proeuropeo y alcalde de Varsovia Rafal Trzaskowski y el historiador ultranacionalista Karol Nawrocki que se reflejaba en el recuento.
Los resultados definitivos han confirmado la victoria del candidato ultraconservador con el 50,89 % de los votos frente al 49,11 para el candidato liberal. Con este resultado, el Gobierno proeuropeo de Donald Tusk tendrá muchos problemas para poner en marcha su agenda reformista frente a un presidente que tiene la prerrogativa constitucional de vetar sus iniciativas legislativas. Es decir, se mantendría la actual "cohabitación" entre un presidente y un primer ministro de opuesto color político que ha paralizado la política polaca desde mediados de 2023.
Ambos candidatos reivindicaron previamente su victoria. A las siete de la mañana se abrieron los colegios electorales que permanecieron abiertos hasta las nueve de la noche. Los dos candidatos en liza fueron los más votados en la primera vuelta electoral, celebrada el 18 de mayo. El liberal Trzaskowski obtuvo entonces el 31,4% de los votos, una victoria más ajustado de lo previsto, frente al ultra Nawrocki, que consiguió el 29,5%. Ayer, estaban llamados casi 30 millones de polacos para elegir al sucesor del presidente saliente, el ultraconservador Andrzej Duda, que ha permanecido diez años como jefe de Estado.
Las últimas encuestas mostraban un empate técnico entre ambos aspirantes. Trzaskowski, que había sido considerado el favorito por un pequeño margen, parece haberlo perdido fuelle. Mientras, Nawrocki es el candidato con mayores posibilidades si logra sumar el apoyo de los dos candidatos de ultraderechas que concurrieron en la segunda vuelta y sumaron un 21% de los votos.
Trzaskowski, que cuenta con el apoyo del primer ministro del país, Donald Tusk, había prometido, entre otras cosas, promover la cooperación con otros países de la UE y flexibilizar las leyes sobre el aborto y legalizar las uniones civiles de personas del mismo sexo. Su victoria hubiera acabado con un año y medio de bloqueo político en Polonia y hubiera permitido al Gobierno de coalición de Tusk poner en marcha las reformas con las que ganó las elecciones de 2023 y acabó con ocho años en el poder del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS).
Nawrocki, más euroescéptico y apoyado por el PiS, ha prometido defender los valores tradicionales polacos y se ha aliado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya Administración no ha dudado en brindarle su apoyo.
Ambos candidatos difieren diametralmente tanto política como personalmnete. Nawrocki es un boxeador fumador de tabaco de los suburbios que quiere poner a Polonia en primer lugar en todas las situaciones, un nacionalista pintoresco. Trzaskowski, por el contrario, es hijo de uno de los músicos de jazz más famosos del país, que habla cinco idiomas y concede gran importancia a la cooperación con el resto de Europa. Se le considera un globalista controlado que desea ver a Polonia en el centro de poder en la UE junto a Alemania y Francia.
Tanto Trzaskowski como Nawrocki han recibido críticas durante la campaña electoral, donde el tono ha sido muy alto, demostrando la polarización social y política del país. Una de las críticas a Nawrocki se refiere a un apartamento que supuestamente le regaló un hombre mayor. Nawrocki también ha sido visto posando junto a criminales en imágenes que circulan por internet y de joven trabajó como proxeneta.
Trzaskowski, a su vez, ha sido acusado de violar las reglas electorales en materia de financiación a través de anuncios en las redes sociales que supuestamente difamaron a su oponente, según los medios polacos. Su rival le dibuja como un servidor sumiso de Bruselas y Berlín.
En un contexto de creciente preocupación por la seguridad debido a la guerra en la vecina Ucrania, ambos candidatos apoyan la ayuda a Kiev. No obstante, difieren en política exterior: Nawrocki se opone al ingreso de Ucrania en la OTAN, mientras que Trzaskowski lo respalda a futuro.
La campaña del conservador ha replicado mensajes comunes de la derecha estadounidense, incluyendo la defensa de los valores tradicionales. Sus partidarios acusan a Trzaskowski de estar demasiado alineado con la UE y de querer ceder soberanía a potencias como Francia o Alemania.
Anna Materska-Sosnowska, politóloga de la Universidad de Varsovia, calificó las elecciones de «un verdadero choque de civilizaciones» por las amplias diferencias entre los candidatos.
La elevada participación demuestra el interés que las elecciones han suscitado entre los polacos. A las cinco de la tarde había votado el 54,9% de los 29 millones de electores llamados a las urnas, ligeramente por encima del 52,1% de 2020. El presidente saliente, Andrzej Duda, declaró después de la votación que esperaba que quien gane lo haga «lo más claramente posible».
Por su parte, Tusk destacó que estas presidenciales «son las elecciones más importantes» de la historia del país. «Llevo muchos días con la sensación de que estas podrían ser las elecciones más importantes en la historia de nuestras elecciones. Mi esposa y yo siempre vamos a votar juntos y creo que los dos tenemos esta convicción, de que son especialmente importantes», declaró el primer ministro tras depositar su voto a las afueras de Gdansk. Dado que la segunda vuelta de las elecciones coincidió con el feriado anual de los niños en Polonia, Trzaskowski escribió en Facebook: «Que sea un muy buen Día del Niño. Para todos». Nawrocki, boxeador de toda la vida, dijo: «Ganaré» después de votar en Varsovia. «Polonia debe ser fuerte, Polonia debe ser independiente», declaró a los periodistas.
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