Reino Unido
La siesta del diputado Rees-Mogg en el debate del Brexit causa indignación
La laborista Anna Turley calificó su actitud en Twitter de “encarnación física de la arrogancia, el derecho, la falta de respeto y el desprecio por nuestro parlamento”
La laborista Anna Turley calificó su actitud en Twitter de “encarnación física de la arrogancia, el derecho, la falta de respeto y el desprecio por nuestro parlamento”
El diputado británico, el ultraconservador Jacob Rees-Mogg, del Partido Tory, se enfrenta a duras críticas y burlas en las redes sociales después de recostarse en su escaño como si estuviera echando una siesta durante un debate clave sobre el Brexit.
Rees-Mogg, defensor a ultranza del Brexti sin acuerdo, adoptó una postura relajada cuando los parlamentarios mantenían un debate crucial sobre si se tiene que aprobar o no una ley para descartar una salida sin acuerdo de la UE. Este curioso personaje representa como pocos el tradicionalismo británico. “The Economist” le calificó como “una cabina telefónica roja hecha carne”.
La laborista Anna Turley calificó su actitud en Twitter de “encarnación física de la arrogancia, el derecho, la falta de respeto y el desprecio por nuestro parlamento”. La diputada del Partido Verde, Caroline Lucas, fue una de las más críticas con la postura de Rees-Mogg: “Se ha hablado mucho sobre la democracia esta noche, y el Líder de la Cámara, a quien tengo que decir que con su lenguaje corporal durante toda la noche ha despreciado a esta casa y a la gente”, dijo Lucas.
Rees-Mogg fue elegido diputado en 2010 y nombrado en julio de este año líder de la Cámara de los Comunes y Lord presidente del Consejo, bajo el gobierno de Boris Johnson. Se declara un acérrimo enemigo del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo. Forma parte del grupo eurófobo de diputados tories European Research Group (ERG).
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