Elecciones en Reino Unido

La sombra del «Brexit» eclipsa el programa de Cameron

Críticas al «premier» por ignorar el referéndum en el discurso de la reina

La reina Isabel II y el príncipe Felipe, ayer, en la ceremonia de apertura del Parlamento
La reina Isabel II y el príncipe Felipe, ayer, en la ceremonia de apertura del Parlamentolarazon

Críticas al «premier» por ignorar el referéndum en el discurso de la reina

David Cameron presentó ayer su programa legislativo para los próximos doce meses a través de Isabel II, quien, como marca la tradición, leyó los planes de su Gobierno vestida de blanco y luciendo la corona imperial. Pese a toda la pompa real, el solemne acto es una cita política clave. Y, en circunstancias normales, un «premier» que hace tan sólo un año ganó las generales con mayoría absoluta debería gozar de liderazgo para llevar a cabo sus propuestas. Pero no es el caso. Quedan apenas cinco semanas para que los británicos decidan su futuro dentro de la UE y el hecho de que un eventual «Brexit» obligue a formar un nuevo Ejecutivo y haga dimitir a su líder ha quitado autoridad al actual inquilino de Downing Street.

Más que en los proyectos de ley, el posterior debate se centró en si Cameron podrá luego ejecutarlos. Al fin y al cabo, las encuestas están muy igualadas y el apoyo a la permanencia tan sólo saca una ventaja de cuatro puntos. El «premier» es consciente de lo que está en juego. Es más, sabe que el referéndum tiene ya completamente divididas a sus filas. En un intento por unificar, el discurso evitó anuncios potencialmente conflictivos para no abrir más la herida. Pero fue un intento fallido.

El que fuera ministro de Trabajo Iain Duncan Smith, una de las voces más críticas del ala euroescéptica, acusó al líder «tory» de «aclarar» el programa para eludir confrontaciones antes de la consulta. Y en este sentido, criticó la ausencia de referencias a leyes encaminadas a reforzar la soberanía nacional, promesa que Cameron hizo en febrero para evitar una revuelta interna e intentar que el popular ex alcalde de Londres Boris Johnson apoyara la campaña por la permanencia. No lo consiguió, y el polifacético político se ha convertido ahora en la cara más visible de la campaña que aboga por el «Brexit» acaparando cada día titulares con discursos que han llegado a equiparar la UE con Hitler o Napoleón.

Después de años intentando combatir el déficit, el programa de Cameron dejó la austeridad a un lado para centrarse en lo social. Su plan incluye, entre otras, medidas para agilizar las adopciones de niños, facilidad para abrir nuevas universidades, viviendas más asequibles y actuaciones contra la corrupción y la evasión fiscal. También figura la lucha contra el extremismo yihadista, cómo combatir la apertura de escuelas que fomenten actividades radicales a fin de «prevenir la radicalización, atajar el extremismo en todas sus formas y fomentar la integración comunitaria».

Con todo, la pieza importante es la reforma del sistema de prisiones, por la que se concederá una semi autonomía a seis importantes cárceles del país en lo que se considera es la más relevante reorganización desde la época victoriana del siglo XIX. En virtud de este plan, los gobernadores de seis centros tendrán la potestad de controlar los presupuestos y el régimen diario de rutina, incluidas las visitas de los familiares, algo que regula actualmente el Ministerio de Interior.

Al leer el programa, la reina señaló, en nombre de Cameron, que el plan está destinado a «utilizar la fortaleza» de la economía de Reino Unido «para darle seguridad a la gente trabajadora, aumentar las oportunidades a los más desfavorecidos» de la sociedad y «fortalecer» la seguridad nacional.