Represión en Venezuela
La UE estudiará sanciones a Caracas si hay Constituyente
Maduro asegura que seguirá con la votación pese a lo que diga Bruselas e insta a Rajoy «a sacar las narices de Venezuela»
Maduro asegura que seguirá con la votación pese a lo que diga Bruselas e insta a Rajoy «a sacar las narices de Venezuela».
El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, pidió ayer a sus homólogos europeos explorar sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro si finalmente se pone en marcha la Asamblea Constituyente. Un día después de la celebración de un plebiscito no vinculante por parte de la oposición venezolana para impedir esta reforma constitucional, el Gobierno español defendió ante sus socios europeos la necesidad de poner en marcha sanciones «individuales, específicas y selectivas» contra personalidades del régimen chavista si las elecciones previstas para el 30 de julio siguen adelante, según explicaron fuentes diplomáticas.
Hasta ahora, España siempre había defendido la necesidad de seguir manteniendo los puentes con el régimen de Nicolás Maduro y se había mostrado prudente sobre la posibilidad de imponer este tipo de castigo. Y esta estrategia de tensar la cuerda sin romperla sigue vigente, pese a la petición de ayer, ya que el propio titular de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, minutos antes de intervenir a puerta cerrada ants sus homólogos europeos, había descartado antes los periodistas la posibilidad de sanciones: «No es el momento», dijo. Para el representante español, la salida a la crisis de Venezuela «tiene que ser negociada, democrática y pacífica» y recalcó que la puesta en marcha de una Asamblea Constituyente «no es el futuro para Venezuela». A pesar de que no quiso valorar la violencia desatada por parte de grupos paramilitares como parte de una estrategia del Ejecutivo chavista, sí lamentó «profundamente» la muerte de una mujer durante la convocatoria del plebiscito.
La Alta Representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, también se mostró partidaria de apurar los tiempos antes de la celebración de las elecciones previstas para el 30 de julio y apostó por utilizar «sabiamente» este periodo de apenas dos semanas, ya que, en su opinión, «todavía hay espacio» para reiniciar las negociaciones. A pesar de la moderación de estas palabras, Mogherini insistió en que la UE debe mantener una «presión importante» sobre el Ejecutivo de Maduro y también reconoció que «todas las opciones están sobre la mesa», en referencia a las sanciones que pide España. Al respecto hay que recordar que la propuesta no es nueva, ya que el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, ya envió una carta en mayo a sus homólogos de la Comisión Europea, Jean Claude Jucker, y Consejo, Donald Tusk, en la que pedía explorar esta posibilidad después de entrevistarse en Bruselas con el presidente de la Asamblea venezolana, Julio Borges.
A pesar de estos avisos, y de llevar meses pidiendo el respeto de los derechos humanos y la liberación de los presos políticos, Bruselas, de momento, prefiere seguir confiando en el diálogo con las autoridades de Caracas esperanddo un giro. Después de que siete millones de venezolanos salieran a votar el día anterior como desafío al régimen, Mogherini pidió al Ejecutivo la suspensión del proceso para convocar una Asamblea Constituyente como «señal importante». Para la Alta Representante, el plebiscito del domingo demuestra que los ciudadanos venezolanos piden «una solución pacífica urgente a sus dificultades». A su juicio, la convocatoria de esta asamblea para la reforma constitucional sólo conseguirá «polarizar el país y aumentar la confrontación».
Sobre la posibilidad de nombrar mediadores a instancias europeas, Mogherini defendió la puesta en marcha de un grupo de amigos del país formado por actores de la región. Ayer, el «Financial Times» publicó que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, viajó el domingo Cuba para convencer a La Habana de que medie en la crisis venezolana.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, dijo que seguirá adelante con la votación pese a lo que diga Bruselas, e instó a Mariano Rajoy a «sacar las narices de Venezuela» en referencia al reconocimiento de Rajoy a la consulta organizada por la oposición. Maduro reprochó a dirigente español que dé legitimidad a la votación de la oposición venezolana mientras rechaza la consulta secesionista convocada en Cataluña.
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