La voz de la represión chavista

Lilian Tintori está en el punto de mira de las autoridades venezolanas. La esposa del líder opositor Leopoldo López ha denunciado una persecución desde el chavismo después de que su marido fuera encarcelado hace tres meses en relación a la ola de violencia que estalló en Venezuela en febrero. «Me siento acusada y acosada. Desde entonces me han comenzado a perseguir motos, y mi hija de cuatro años me ha preguntado si voy a ir presa con sus papá», relató Tintori al periódico «El Universal» hace unos días.

Sus denuncias sobre los abusos contra los derechos humanos en su país y su imagen icónica y de mujer valiente la han convertido en una voz incómoda. Tintori, de 36 años y amante del deporte, se mantiene firme y ha decidido intensificar su actividad para pedir la liberación de los presos políticos de Venezuela y explicar al mundo qué es lo que está pasando en su país. En este contexto, la esposa de Leopoldo López está hoy en Madrid, donde se reunirá con varias autoridades españolas y miembros de la comunidad venezolana, tras llegar procedente de Estados Unidos. Mañana parte con destino a Francia.

Este fin de semana se cumplieron tres meses de la encarcelación de su marido, quien el domingo escribió este twit: «Más que nunca fuerte en mis convicciones. Querer una Venezuela mejor no es delito». Su esposa es la persona que se encarga de gestionar la cuenta que el dirigente tiene abierta en esta red social mientras él permanece en prisión.

López fue detenido durante el estallido de las protestas sociales en Venezuela en febrero y la Fiscalía General pide para él 13 años de cárcel por asociación para delinquir, instigación pública y daños a la propiedad. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) solicitó al Gobierno de Nicolás Maduro la liberación de López y de otras 167 personas encarceladas durante las revueltas estudiantiles contra el Gobierno, que han dejado un saldo de 42 muertos, cientos de heridos y 3.000 detenciones.

La semana pasada, Tintori participó en un acto público en la Universidad de Harvard para recoger un premio otorgado a Leopoldo López por su «trabajo valiente en favor del pueblo venezolano». A través de una carta leída por la hermana del político, éste denunció que «el sistema de justicia está secuestrado por el Ejecutivo» y que el partido de Gobierno controla al sistema electoral. «La democracia –añadió– está viciada y los medios ya no pueden reportar las noticias de manera libre e independiente (...). Resolver la crisis en Venezuela debe ser una prioridad para el mundo». Tintori, sus hijos de uno y cuatro años y sus padres son las únicas personas que pueden visitar a López en la cárcel de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, donde pasa 23 horas al día recluido en su celda y una hora en el patio por la mañana.

«Tengo muchísima fe y no tengo duda que no hay ninguna prueba que pueda culpar a Leopoldo López de ningún crimen», dijo Tintori tras la polémica detención en Caracas, cuando el jefe político del partido Voluntad Popular se entregó a la Guardia Nacional después de hablar ante miles de seguidores en Chacaíto. La imagen del político abrazado a su esposa junto a la emblemática estatua de José Martí dio la vuelta al mundo y convirtió a esta mujer venezolana en un nuevo símbolo para los que quieren un cambio en el país.

La MUD, la coalición de partidos opositores al Gobierno, mantuvo ayer una reunión con los ministros de Unasur para analizar las posibilidades que hay de retomar el proceso negociador con el Ejecutivo, en el que uno de los puntos clave es precisamente la liberación de los presos políticos que hay en el país tras el inicio de las protestas.