China
Las «medidas palabras» del encuentro de Xi y Ma
Cuando el presidente chino Xi Jinping y su homólogo taiwanés Ma Ying-jeou se encuentren el sábado en Singapur, ya se sabe cuáles serán sus primeras palabras: "Hola, señor", un saludo ya pactado que muestra la importancia del lenguaje en esta relación. Y es que China y Taiwán están haciendo juegos de malabares con las palabras en este histórico encuentro, en el que ambos pretenden abrir una nueva vía de comunicación pero sin parecer que, tras 65 años de disputa, ceden en sus posiciones respectivas.
El saludo sólo es el inicio de una reunión en la que las palabras estarán muy medidas, pues las disputas no permiten que se hable de países sino de "lados del Estrecho de Formosa"(que separa a ambos territorios) o "de las dos costas", como tampoco de "presidentes"sino simplemente de "líderes".
El problema de los títulos o de las menciones que legitimen un estado taiwanés ha sido siempre un escollo en las relaciones Pekín-Taipei y ha dificultado reuniones como la que se verá el fin de semana.
China ha seguido considerando a Taiwán como parte de su territorio nacional desde que se separaran en 1949 cuando los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se exiliaron en la isla al perder contra los comunistas (PCCh) liderados por Mao Zedong en la guerra civil china.
Por ello, el lenguaje es clave. "El lenguaje ayuda a evitar la negación o aceptación de la posición de liderazgo de cada uno de ellos, ya que ambos técnicamente reclaman ser el líder de toda China, y no reconocen la legitimidad del gobierno del otro", explica a Efe Evan Ellis, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos.
De ahí que uno de los primeros e importantes problemas lingüísticos que han tenido que resolver antes de anunciar la cumbre fuera el de los títulos.
Tanto Ma como Xi son considerados presidentes en Taiwán y China, si bien ninguno de los dos reconoce al otro como tal, motivo por el que el saludo fue un quebradero de cabeza en las negociaciones entre sendas oficinas presidenciales, que tardaron semanas en llegar a un acuerdo.
"Es más que una cuestión de lenguaje. Tiene que ver con lo más profundo de las relaciones bilaterales. Llamar 'señor' al otro es una muestra de respeto, de sabiduría y evita la polémica", consideró por su parte el experto chino Leng Bo, subdirector de política de la Academia China de Ciencias Sociales, en declaraciones a Efe.
El asunto no es de menor importancia, pues precisamente fue el desacuerdo por el saludo lo que hizo cancelar una reunión a nivel ministerial el año pasado.
Ahora los medios de comunicación también sortean un campo de minas en ese sentido, y mientras la agencia oficial china Xinhua habla de "los dos líderes de las dos costas", en medios taiwaneses se tilda a Xi de "líder de la China comunista".
En este juego de palabras, hay una cuestión en la que, no obstante, ambos partes están de acuerdo, la expresión de "una sola China". En este caso, es el significado en lo que se diferencian.
Si Xi hiciera mención a "una sola China"estaría aludiendo a un único país liderado por Pekín y en el que Taiwán, la "isla rebelde", está incluida, mientras que para Ma la "verdadera"y única China es la del KMT exiliado en la isla.
Según los expertos, el detalle con las palabras que se utilicen para referirse al encuentro -así como durante el mismo- pesa más en el lado chino, pues cualquier error puede mandar el mensaje equivocado, ya sea local o internacionalmente, donde Taiwán es aún poco reconocida como estado soberano a pesar de contar con un Gobierno e incluso un Ejército propio. Efe
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