Las protestas contra el presidente colapsan la capital británica

Históricas marchas toman Londres al grito de «Trump apesta» y «Afuera con Trump».

Miles de manifestantes tomaron ayer las calles de Londres en las distintas protestas que se organizaron contra el presidente estadounidense, Donald Trump, en el que ha supuesto su primer viaje oficial a Reino Unido.

Los activistas acusaron al norteamericano de sexismo, racismo y homofobia y entonaron eslóganes como «Trump no es bienvenido» o «Afuera con Trump». «Esperamos que a cualquier lugar que Donald Trump vaya escuche y vea la fuerza de una opinión británica que lo rechaza y que, más que desagradable como persona, lo es por las políticas que representa», declaró Asad Rehman, uno de los manifestantes.

Alrededor de 100.000 personas bloquearon a lo largo de todo el día las principales arterias de la capital, donde en medio de la masa de gente sobresalía un globo gigante de seis metros con la forma de un Trump naranja, caricaturizado como un bebé enfadado, en pañales y pegado a un teléfono móvil. La figura se colocó durante dos horas a 30 metros de altura sobre Westminster y posteriormente guió a los manifestantes ante la plaza de Trafalgar.

Al acto, algunos llevaron mascarillas en la cara con el mensaje «Trump apesta» o pancartas como «No a Trump, no a la guerra», «Dejad a Trump» o «Trump adora el Brexit», simbolizado con un corazón en medio. Otros manifestantes acudieron vestidos de pollo, en señal de protesta ante un posible acuerdo comercial entre Reino Unido y Estados Unidos. «Si hacemos un acuerdo comercial post Brexit con Trump y EE UU, los estándares de higiene en la alimentación serán muy bajos, lavan a sus pollos en cloro para limpiar enfermedades que nosotros no tenemos en los nuestros. Esto es un símbolo de lo que no queremos con Estados Unidos», dijo a Efe Liz Morris, una de las tantas mujeres así disfrazadas.

Los activistas estudian hacer volar también hoy sábado el gran globo sobre el Parlamento de Escocia, después de que la Policía prohibiese erigir esa figura sobre el Trump Turnberry, el hotel propiedad del dirigente estadounidense en el que se alojará junto a su esposa, Melania, durante la visita privada que durará hasta mañana. El argumento dado por las autoridades es que el espacio aéreo del complejo, con campo de golf, estará restringido durante la estancia de la pareja presidencial.