Política

Bruselas

Los grandes enemigos del acuerdo esperan a May en casa

Hasta 92 diputados «tories» amenazan con rechazar un acuerdo que no convence ni a «brexiters» ni a eurófilos. El Gabinete urde pactos alternativos a espaldas de la «premier» para incluir cambios.

La «premier» británica, Theresa May, inicia esta semana una gira nacional para convencer a la opinión pública de las bondades del acuerdo de divorcio con la UE
La «premier» británica, Theresa May, inicia esta semana una gira nacional para convencer a la opinión pública de las bondades del acuerdo de divorcio con la UElarazon

Hasta 92 diputados «tories» amenazan con rechazar un acuerdo que no convence ni a «brexiters» ni a eurófilos. El Gabinete urde pactos alternativos a espaldas de la «premier» para incluir cambios.

Los verdaderos enemigos para Theresa May están en casa. La frase se ha repetido hasta la saciedad durante las negociaciones del Brexit. Por lo que no extraña que, pese a que los Veintisiete respaldaran ayer el acuerdo de divorcio, no se respirara precisamente optimismo. En Bruselas entendieron desde el principio que la batalla real está en Westminster, donde ahora deben ratificarse tanto el acuerdo de retirada como la declaración política sobre futuras relaciones. Y el hecho de que hoy la «premier» no cuente con el respaldo de la Cámara de los Comunes sigue planteando un escenario de gran incertidumbre.

El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, advirtió de que el pacto aprobado es «el único posible». Algo que ratificó la propia May al afirmar que, «si la gente cree que de alguna manera se puede hacer otra negociación, no es el caso». Y, sin embargo, en los corrillos de Westminster se da por hecho que, al menos en una primera votación, los diputados rechazarán ambos documentos. Según la Prensa, unos 92 «tories» estarían dispuestos a votar en contra. La mayoría de ellos son «brexiters» que consideran que Reino Unido queda ahora en una posición mucho peor, ya que estará alineado a la normativa europea, pero sin tener voz ni voto. Asimismo, también hay algunos pro UE, como Jo Johnson, quien abandonó el Gabinete al considerar que el Brexit negociado por May no es por el que votó el electorado.

Por otra parte, los norirlandeses del DUP, de cuyo apoyo depende el Gobierno tras perder la mayoría absoluta, ya han adelantado que tampoco ratificarán el pacto. Los unionistas consideran que se pone en peligro la integridad territorial de Reino Unido al aceptar un plan de emergencia para evitar una frontera dura con Irlanda en caso de que las futuras negociaciones comerciales fracasen. La líder de la esta formación, Arlene Foster, señaló ayer que el apoyo al Gobierno con los conservadores se mantiene «vivo», aunque matizó que tendrían que reevaluar la situación si el acuerdo del Brexit consigue pasar en Westminster, lo que llevaría a otra crisis para May.

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, aseguró que el acuerdo es «el resultado de un miserable fracaso en las negociaciones que nos deja con lo peor de ambos mundos». El veterano político adelantó que sus filas no lo respaldarán, aunque señaló que trabajará para que no se produzca una salida de la UE sin acuerdo. El objetivo de Corbyn es forzar elecciones anticipadas para que, en caso de que se mudara a Downing Street, pudiera negociar un «acuerdo sensato» que incluya «una unión aduanera permanente, un mercado único fuerte y que garantice los derechos de los trabajadores y de los consumidores y la protección medioambiental».

Tanto «brexiters» como eurófilos en el Gabinete están negociando planes alternativos para mandar a May de nuevo a la mesa de negociaciones. Mientras los pro UE proponen un plan inspirado en el modelo noruego, los «brexiters» apuestan por el canadiense o incluso por salir de la UE sin acuerdo. Consciente de que no lo tiene fácil, la «premier» ha comenzado ya a hacer campaña para persuadir a sus señorías. En este sentido, divulgó ayer una carta a los británicos en la que pidió públicamente su apoyo para comenzar un «nuevo capítulo de la historia nacional».