Elecciones en Francia
Macron como antídoto a Le Pen
Más de 10.000 seguidores arropan al ex ministro de Economía en Lyon en su primer gran mitin de campaña. «Lo que se instala en Francia es una lepra democrática», aseguró.
Más de 10.000 seguidores arropan al ex ministro de Economía en Lyon en su primer gran mitin de campaña. «Lo que se instala en Francia es una lepra democrática», aseguró.
Los asistentes al gran mitin de Emmanuel Macron en Lyon se dividían entre los entusiastas que aplaudían dijera lo que dijera, y que eran mayoría, y los decepcionados que esperaban que desvelara algo su programa y, sobre todo, que concretara «cómo va a financiarlo», decía una pareja de jubilados que siguió el mitin de pie, frente a una pantalla gigante instalada al aire libre. Es evidente que Macron, el antiguo ministro de Economía, está despertando un gran entusiasmo: 170.000 personas se han adherido a su partido «En Marcha!», que no cuenta más que seis meses de vida; y ayer, 16.000 personas se desplazaron para escucharle. El estadio Gerland estaba repleto de entusiastas seguidores, que ondeaban banderas de Francia y Europa. Aunque el público era bastante homogéneo, se echaba en falta la mezcla de orígenes que caracteriza la Francia de hoy. Macron desembarcó en Lyon como en terreno conquistado gracias al trabajo de uno de sus primeros y más fieles apoyos, el alcalde de la ciudad, Gérard Collomb, un veterano socialista. El hecho de que la líder de extrema derecha, Marine Le Pen, hubiera escogido Lyon para lanzar su campaña este fin de semana, no fue impedimento para que Macron también eligiera esta ciudad. Es más, según «Le Figaro», lo ha hecho a conciencia, siguiendo los consejos de la ministra Ségolène Royal que le dijo hace unas semanas: «No debes dejar respirar a Le Pen. Es necesario que te posiciones frente a ella, golpe por golpe, mitin contra mitin».
El ex ministro comenzó su discurso con el lirismo que le caracteriza, hablando de su éxito en los estudios, en el trabajo y en su vida amorosa y familiar. Citó a François Mitterrand y a Jacques Chirac. Habló de seguir construyen do Europa, pero «otra visión de Europa»; de combatir el terrorismo, y para ello dedicar un 2% del PIB a Defensa, y reclutar «10.000 policías y gendarmes». Para que sea realidad «la posibilidad de vivir dignamente del propio trabajo», Macron anunció algunas medidas liberales en el plano económico y de protección a nivel social, con una disminución de cargas patronales y de las cotizaciones de los asalariados. Dejó para más adelante el anuncio de un programa de reducción del gasto público, y prometió protección para los individuos y libertad para la creación y la innovación, momento que aprovechó para ofrecer «una tierra patria en Francia» a «todos los investigadores, universitarios y empresas que luchan contra el oscurantismo en EE UU». Y a todo aquél que quiera presentarse a las elecciones avalado por «En Marcha!», les advirtió que tendrán que mostrar pata blanca: «Ningún candidato con antecedentes judiciales será investido». La única nota discordante la puso el servicio de seguridad, saturado por la avalancha de personas que acudieron a la cita que fueron confiscando aleatoriamente paraguas, bolígrafos y hasta al menos un cepillo de dientes por si acaso pudieran ser usados como armas.
Un sondeo BVA-Salesforce publicado ayer indica que Macron ha desplazado de la segunda plaza en la primera vuelta de las presidenciales al líder de los Republicanos, François Fillon. Le Pen, sigue estable, con un 25% de intención de voto, seguida de Macron, (21-22%). Fillon, con un 18-20%, quedaría descalificado, igual que el socialista Benoît Hamon (16-17%), pero en su caso, la tendencia es al alza.
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