El Futuro de Venezuela
Maduro carga contra el "show"de la ayuda humanitaria
"No somos mendigos de nadie", sostiene el dictador. Guaidó no descarta movilizar una caravana de venezolanos en la frontera con Colombia para torcer el brazo al Ejército.
"No somos mendigos de nadie", sostiene el dictador. Guaidó no descarta movilizar una caravana de venezolanos en la frontera con Colombia para torcer el brazo al Ejército.
«Venezuela no va a permitir el show de la ayuda humanitaria falsa porque no somos mendigos. Problemas en Venezuela los hay. Pero ante el show de la ayuda humanitaria nos vamos a plantar», dijo Nicolás Maduro desde el palacio de gobierno en Caracas. Acusó a Estados Unidos de robar sus ingresos –en referencia al embargo petrolero activado desde Washington– y bloquear las cuentas de la República pero luego enviar migajas. «Nos bloquean dinero, nos roban el oro y luego sacan 20 millones como para los mendigos, para humillarnos».
Así respondió el gobernante venezolano al ser consultado sobre si permitirá o no la entrada de la ayuda humanitaria que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) envió a Colombia para ser ingresada a Venezuela, a solicitud de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y asumido como «interino» del país. Por tanto, se espera que los militares en la frontera impidan cualquier intento de introducir los insumos que han llegado a Cúcuta, donde la ya se han reunido unas 46 toneladas de ayuda, según dijo Eduardo Gonzáles, director de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre de Colombia. Pero según Maduro, al país no le hace falta eso. «Quieren dibujar una caricatura de un país en crisis humanitaria y una caricatura de una dictadura», dijo este viernes al afirmar que la nación está en capacidad de atender a su pueblo. No obstante, 94% de la población venezolana no cuenta con ingresos suficientes para pagar los precios de una canasta de alimentos, la caída de la producción nacional es mayor a 60% y de las importaciones supera el 70% en el último lustro.
Además, 80% de los hogares venezolanos vive en inseguridad alimentaria y 64% de los venezolanos registra una acelerada pérdida de peso, según las universidades nacionales. «33% de los niños entre 0-2 años de edad de sectores pobres tiene retardo de crecimiento», establece un documento oficial de la Asamblea Nacional.
La base para la solicitud de ayuda humanitaria también registra que 18,7 millones de venezolanos sufren las condiciones de salud de mayor prevalencia, incidencia y mortalidad sin garantías de acceso a diagnósticos ni a tratamientos, en un país que registra alto riesgo de fallecer en un hospital público y alta precariedad de las condiciones de atención. También, existe un aumento en 66% en la escala de muertes maternas y en 30% las muertes infantiles en los últimos cinco años. Son números que no han dejado de crecer, con agravantes de desnutrición y epidemias –el país con mayor cantidad de casos de malaria y sarampión en la región, por ejemplo–. A ello se suma la existencia de enfermedades infecciosas y tropicales en ascenso por ausencia de diagnósticos y tratamientos, así como la debilidad de los programas públicos de atención específica, por ejemplo para poblaciones con VIH y pacientes dializados.
En la oposición aún no hay claridad de cómo lograr que la ayuda humanitaria apostada en Cúcuta entre al territorio venezolano. «No nos vamos a detener ante amenazas del usurpador o por miedo», dijo Juan Guaidó este viernes. «Al no permitir salvar vidas de la población más vulnerable de nuestro país, entre 250.000 y 300.000 personas están en riesgo de morir por desnutrición o enfermedades».
Guaidó insistió en su llamado a la Fuerza Armada Nacional para que permita el paso de los cargamentos. «No cometan un crimen de lesa humanidad al asesinar directa o indirectamente a esos ciudadanos que necesitan de la ayuda humanitaria». Un llamado similar a los militares venezolanos hizo desde Cúcuta el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.
Pero las palabras no bastan. Por eso durante este fin de semana, Guaidó ha convocado a «grandes asambleas en todo el país para organizar el voluntariado de la ayuda humanitaria». El siguiente paso será una movilización nacional el 12 de febrero. «No descartamos ir a ningún sitio», agregó. En sectores opositores no descartan convocar al pueblo a caminar en grandes oleadas hasta los pasos fronterizos que desembocan a Cúcuta para presionar el ingreso de la ayuda.
En el centro de acopio cucuteño, la mayoría de los voluntarios son venezolanos. Son 28 connacionales que desde el viernes se alistaron para colaborar. Karim Uzcátegui está radicada en Cúcuta desde hace un año, y con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, calificó como «inimaginable» la emoción que sentía. «He llorado de felicidad al empacar cada bolsita de comida porque sé que pronto llegará a una familia, a un hermano venezolano. Esto aliviará el hambre de mucho», dijo la joven de 28 años. Calificó como ridículo el planteamiento hecho este viernes por el controlador general Elvis Amoroso, quien acusó a la oposición de querer ingresar armas al país escondidas en esa ayuda humanitaria.
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