Oriente Próximo
La Armada israelí bombardea el puerto yemení de Hodeida
Las operaciones de Israel contra los hutíes no se han visto condicionadas por la tregua alcanzada entre la organización chií yemení y la Administración Trump
La Armada israelí bombardeó este martes el puerto yemení de Hodeida, controlado por los rebeldes hutíes, en represalia por los ataques de estos insurgentes proiraníes contra su territorio. Es el primer ataque de este tipo contra una de las principales infraestructuras de los insurgentes chiíes, dado que hasta ahora los ataques de las FDI habían sido llevados a cabo por la fuerza área.
“Esta mañana navíos antimisiles atacaron objetivos del régimen terrorista de los hutíes en el puerto de Hodeida (…) en respuesta a las acciones agresivas del régimen hutí hacia el Estado de Israel, especialmente el lanzamiento de misiles y drones hacia el territorio y los ciudadanos israelíes”, explicó en un comunicado oficial ayer el Ejército israelí.
Ni los hutíes -los rebeldes se hicieron en 2014 con el control de Saná, la capital, y gran parte del oeste y el norte del territorio- ni Tel Aviv habían dado cuenta de víctimas mortales al cierre de esta edición. Antes de llevar a cabo el ataque el Ejército israelí había instado a la población civil yemení a evacuar el puerto de Hodeida además de los de Ras Isa y As-Salif. El puerto de Hodeida constituye una infraestructura clave para los rebeldes y además es el principal punto de entrada de alimentos y ayuda humanitaria para los millones de yemeníes que sobreviven en una situación humanitaria crítica desde hace una década.
“El ataque fue llevado a cabo en respuesta a la agresión del régimen terrorista hutí contra el Estado de Israel a través del lanzamiento de misiles tierra-tierra y aparatos aéreos no tripulados contra el territorio del país y sus ciudadanos”, prosiguió la nota de las FDI. Además, según el mismo comunicado del Ejército israelí, la operación “pretende profundizar el daño causado al uso militar del puerto, atacado el año pasado por las FDI y que sigue siendo usado para operaciones terroristas”, antes de especificar que las instalaciones “son usadas para la transferencia de armas”. Los insurgentes proiraníes admitieron que los bombardeos golpearon dos muelles de Hodeida. La cadena de televisión Al Masirah, vinculada también a los hutíes, precisaba que el puerto fue alcanzado por dos misiles.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha felicitado a la Armada por lo que ha descrito como “un ataque exitoso” contra el puerto de Hodeida. “El largo brazo de Israel en el aire y el mar alcanzará cualquier lugar”, aseveró Katz, según un comunicado publicado por su oficina.
“Hemos advertido a la organización terrorista hutí de que, si siguen disparando contra Israel, recibirán una respuesta poderosa y se verán abocados a un bloqueo naval y aéreo. Eso es lo que hemos hecho hoy y lo que seguiremos haciendo en el futuro”, concluyó el titular de Defensa israelí.
El ataque ha tenido además lugar dos semanas después del bombardeo israelí contra el aeropuerto internacional de Saná. Los hutíes reiniciaron sus ataques contra Israel después de que las tropas israelíes rompieran el 18 de marzo el alto el fuego pactado en enero con Hamás y relanzaran su ofensiva contra Gaza, desatada tras la masacre terrorista del 7 de octubre de 2023. El movimiento insurgente financiado y entrenado por Teherán se había unido en octubre de 2023 a Hizbulá en una ofensiva llamada a destruir al “enemigo sionista” en apoyo de Hamás y durante más de año y medio las fuerzas hutíes han venido atacando con el lanzamiento de misiles buques occidentales en aguas del mar Rojo y el golfo de Adén.
Las operaciones israelíes contra los hutíes -que también coincide con nuevos bombardeos contra depósitos de armas de otra de las fuerzas proxy de Irán en la región, Hizbulá, en sus feudos libaneses- no se han visto condicionadas por la tregua alcanzada entre la organización chií yemení y la Administración Trump. Hace casi tres semanas, el presidente estadounidense anunciaba la “capitulación” hutí tras semanas de duro castigo contra sus infraestructuras principales.