Seísmo

Más de 120 muertos tras un terremoto de 6,2 grados en el noroeste de China

Las bajas temperaturas en la región de Gansu hacen albergar pocas esperanzas a los supervivientes

Los equipos de rescate buscan supervivientes en Gansu
Los equipos de rescate buscan supervivientes en GansuNg Han GuanAP

Un fuerte terremoto sacudió la noche del lunes una región montañosa del noroeste de China, destruyendo viviendas, y aislando a los residentes en una gélida noche de invierno y provocando al menos un centenar de víctimas mortales en el seísmo más mortífero de los últimos nueve años. El condado de Jishishan, situado en la meseta de la provincia noroccidental china de Gansu, fue sacudido en la medianoche del lunes por un terremoto de magnitud 6,2 que causó 127 muertos. El seísmo destruyó numerosas propiedades, y dejó a su rastro a los residentes a la intemperie en una gélida noche de invierno.

El temblor dañó las carreteras interrumpiendo el suministro eléctrico y las comunicaciones en las provincias de Gansu y Qinghai. Provocó daños en edificios y en la infraestructura viaria. Los equipos de rescate se apresuraron a buscar supervivientes atrapados bajo los escombros, mientras los vecinos se apresuraban a salir a la calle acurrucándose durante toda la noche para resguardarse del intenso temporal de frío invernal.

Mientras continuaban los temblores, los equipos de emergencia buscaban a los desaparecidos entre los edificios derrumbados, y los damnificados se preparaban para pasar una fría noche de invierno en tiendas de campaña en los lugares de evacuación levantados de manera improvisada.

El esfuerzo por erradicar la pobreza extrema continúa en algunas partes de China, que incluye la provincia noroccidental de Gansu, donde ocho condados siguen luchando contra la miseria. Unos 5,5 millones de personas han salido de esta situación hasta la fecha. Sin embargo, esta es una de las regiones del gigante asiático, donde en los últimos años se han llevado a cabo una serie de políticas de apoyo y cuantiosas inversiones contra la miseria.

El subdirector del Centro del equipo de rescate declaró a los medios locales que una de las razones de la enorme magnitud de los daños en las infraestructuras era que muchas casas de la zona estaban construidas con arcilla y eran muy antiguas. El número de víctimas es el más elevado desde el terremoto de agosto de 2014, en el que murieron 617 personas en la provincia de Yunnan.