Mohamed VI nombra ministro de Exteriores a un político afín a España

El nuevo Gobierno marroquí que ayer nombró el rey Mohamed VI presenta más caras femeninas (seis en lugar de una) y un menor peso para el islamista Partido Justicia y Desarrollo, aunque siga conservando la mayoría de carteras. Dar al Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI, liberal) sitio en el Gobierno en lugar del partido Istiqlal no ha sido fácil, y las larguísimas semanas de negociaciones han dado como fruto un aumento de carteras, aun cuando el anterior Ejecutivo ya era famoso por el enorme número de ministerios: de 31 pasan a 39.

El nuevo mnistro de Exteriores, Salahedin Mezuar, se considera un bun amigo de España. Mezuar lamentó hace dos años en una entrevista a Efe que Marruecos no hubiera logrado con su vecino del norte una relación «estable y continua, como la que mantiene con Francia».

«Hay un perdedor claro, que es el PJD, al que se le quitan tanto la gestión de la economía como la diplomacia. Como tampoco controla la seguridad (el Ministerio del Interior, que va para un tecnócrata), ha quedado relegado a la gestión de los asuntos locales», reflexiona el politólogo y economista Larbi Bentomán. «El mensaje está claro para el PJD: no contáis con experiencia en materia económica ni con cuadros preparados», señala Benotmán, para quien queda claro que el RNI se lleva la parte del león en esta nueva reforma, con ocho ministerios, incluyendo los de gestión económica, y la presidencia de la Cámara de Representantes.

El otro perdedor es el partido Istiqlal y su secretario general, Hamid Chabat, que fue el que en mayo provocó la primera crisis del Gobierno islamista al ordenar la dimisión de todos sus ministros. La estrategia de Chabat ha consistido desde entonces en una escalada verbal, en la Prensa y en la misma calle, contra sus antiguos socios, pero su poder de convocatoria ha quedado en entredicho al reunir a unos pocos cientos de personas en lo que prometió iba a ser una gran marcha contra Benkirán. La bofetada a Chabat ha consistido en conservar con una cartera distinta a Mohamed Wafa, el único ministro del Istiqlal que se atrevió a desafiar a su jefe y se negó a dimitir con el argumento de que los ministros los pone y los quita el rey. Efe