Sucesos

El momento en el que una pareja graba cómo un oso los mata y los devora

Timothy Treadwell y su novia Amie Hugenard fueron desmembrados por el animal, que entró en el campamento en el que se encontraban.

La pareja que grabó el momento en el que un oso los mata y los devora
Imagen de archivo de un oso grizzlyDreamstime

Uno de los momentos que siempre se repiten en un viaje o escapada es la de hacer fotografías o grabar el paisaje, a nosotros mismo o a nuestros acompañantes. Así, será una forma de recordar los lugares que visitamos, más allá de lo que guardemos en nuestra mente. Eso sí, siempre que sea en vida, y no sucede como a Timothy Treadwell y su novia Amie Hugenard, cuyas muertes han pasado a la historia porque fueron atacados y devorados por un oso grizzly, que los atacó en el Parque Nacional Katmai, de Alaska (Estados Unidos) en 2003 y, por accidente, grabaron las escenas.

Treadwell, de 43 años, llevaba más de trece años dedicando su vida a la preservación de la naturaleza y la vida silvestre. Le apasionaban los animales, y entre aquellos que siempre cuidaba, estaba este animal. Durante su vida como ecologista, registró absolutamente todos los movimientos que estos ejemplares realizaban en la reserva natural, sus movimientos, hábitat, búsqueda de comida, hibernación y hasta peleas.

Creía que conocía a cada ejemplar, que entendía todo lo que podían hacer, cómo podían actuar o cómo se podían sentir. "Amo a los osos con todo mi corazón. Los protegeré y moriré por ellos", decía muchas veces frente a la cámara.

"Cría cuervos y te sacarán los ojos"

Tras haber estado más de una década investigando el comportamiento de los osos, su temor hacia estos animales había desaparecido. Creía que no iba a temerlos, pero abusó de su propia confianza. Cada vez se acercaba más y más para poder observarlos, e incluso empezó a irrespetar el espacio de seguridad. Decía que "eran incomprendidos" cuando alguien le preguntaba por qué se animaba a convivir con animales salvajes, asegurando que "nunca mataría a un oso en defensa propia".

Pero dice el dicho popular que "cría cuervos y te sacarán los ojos". Y así, un oso grizzly terminó con su vida pese a que "los amaba". Y una noche, los gritos de agonía y desesperación de Treadwell y Hugenard quedaron registrados en una cámara de vídeo, que había sido encontrada tiempo después. Fueron los constantes errores del hombre lo que lo convirtieron en presa fácil de los osos hambrientos, que en esa época, estaban a punto de entrar en hibernación.

El oso, de unos cuatro metros de altura, tal y como se podía ver en las imágenes, arremetió contra el campamento de la pareja en medio de la oscuridad. La cámara estaba encendida en aquel entonces, por lo que se pudieron grabar las imágenes. En el vídeo, se pueden ver los gritos de horror de Treadwell y cómo su mujer, para intentar evitar la tragedia, le pedía "que se haga el muerto", mientras el feroz animal lo desmembraba. Luego se escucha un silencio que es interrumpido por los alaridos de Amie, que acaba con el mismo final que su marido.

Cuando las autoridades llegaron al campamento, encontraron restos humanos esparcidos por las cercanías. Comprobaron, gracias a las imágenes, lo que había sucedido, y mataron al oso que aún seguía allí.