Guerra
"La monstruosa burocracia militar" ralentiza los avances de Rusia en Ucrania, advierte el jefe de Wagner
Yevgeny Prigozhin, hombre muy cercano a Putin, dice que hasta marzo o abril no se tomará la ciudad de Bajmut
Nadie podía pensar al iniciarse la famosa “Operación Especial” lanzada por Rusia para “desnazificar” Ucrania hace casi un año que un desconocido grupo de mercenarios financiado por el empresario Yevgueni Prigozhin (amigo y confidente del presidente ruso Vladimir Putin) le arrebataría el protagonismo de la guerra al mismísimo ejército ruso. Pocos son los que desconocen a día de hoy en este país que además de ser un compositor alemán, Wagner es el nombre de este batallón que firma las victorias militares más importantes en la región del Donbás.
El grupo Wagner se curtió en varios escenarios bélicos entre Siria y África antes de hacer su aparición en Ucrania. En esta ex república soviética empezó su andadura como apoyo militar al ejército y se ha convertido en una pieza fundamental para alcanzar los objetivos del Kremlin. Tanto es así, que su creador, Yevgueni Prigozhin (también conocido como el “Cocinero de Putin”, por sus negocios de cátering) aparece ante los medios con más frecuencia incluso que el propio ministro de Defensa ruso.
Sus intervenciones, no exentas de polémica, sirven a veces para informar a la nación sobre las nuevas posiciones conquistadas o el estado de ánimo de sus hombres. Otras, como la más reciente, para lanzar sus críticas al Ministerio de Defensa. Prigozhin apareció en redes sociales para dar su pronóstico sobre la toma de la codiciada población de Bajmut, de vital importancia en el avance ruso, en la que se libra una encarnizada lucha en estos momentos.
Según el jefe de los mercenarios del grupo Wagner, esta localidad no caerá antes de esta primavera debido a la burocracia que frena la ofensiva en Ucrania. «Creo que será en marzo o abril. Para tomar Bajmut, necesitamos cortar todas las rutas de abastecimiento», dijo en un vídeo publicado en la red social Telegram. «Pienso que habríamos tomado Bajmut si no fuera por esta monstruosa burocracia militar, y si no nos pusieran trabas todos los días», criticó el jefe de los Wagner en otro vídeo, sin importarle mucho las repercusiones del mismo y el lugar en el que dejaba al mismísimo gobierno de su país. Al parecer, y según el patrocinador del batallón, el grupo Wagner ya no puede reclutar prisioneros para ir al frente a cambio de amnistías lo que supone una «sangría» para su organización. «En un momento dado, el número de unidades bajará y, en consecuencia, el volumen de tareas que queremos ejecutar» declaró Prigozhin.
Nunca las declaraciones del creador de estos paramilitares han tenido respuesta oficial por parte del Kremlin, conocedor de su facilidad de palabra y crítica. Quizá por eso han evitado crear una atmósfera de división en estos momentos cuando la situación en el frente requiere más que nunca unidad, aunque se sabe que las críticas del amigo del presidente escuecen en las altas esferas del poder.
Se espera que la intensidad de los ataques provenientes de Rusia se intensifique en los próximos días, coincidiendo con el primer aniversario de la campaña militar. La respuesta podría a tantas especulaciones la podría decir el propio presidente ruso, Vladimir Putin, que ya ha anunciado su intervención ante la Asamblea Federal rusa el próximo día 21 de este mismo mes. A juzgar por las escasas intervenciones públicas del premier ruso desde que estallara la guerra esta podría contener un mensaje determinante para el transcurso de los acontecimientos venideros. Mientras, el ejército ruso sigue adelante apoyado por el famoso batallón Wagner. Esta organización militar se encuentra actualmente al frente de la ofensiva contra la ciudad de Bajmut, de 70.000 habitantes, iniciada hace unos meses. Se desconoce el número de bajas sufrido por estos paramilitares, que pudo reclutar a un buen número de reclusos antes del cambio en la ley. El pasado día 9, Prigozhin anunció que ese reclutamiento había cesado.
Se sabe que gran parte de los efectivos del grupo de mercenarios son ciudadanos procedentes de cárceles rusas, pudiendo haber reunido a más de 40.000 hombres, según datos publicados en su momento por el rotativo británico "The Guardian". El servicio de Inteligencia británico afirmó recientemente que la paralización del reclutamiento de Wagner puede estar provocada por la falta de interés de los reclusos rusos en combatir en la guerra. “Las noticias sobre la dura realidad del servicio de Wagner en Ucrania probablemente se filtraron a los reclusos y redujeron la cantidad de prisioneros voluntarios”, declararon ante la prensa.
La decisión de Prigozhin, según justifica la Inteligencia británica, deja ver la “rivalidad cada vez más directa” entre Wagner y el Ministerio de Defensa ruso, que ahora se enfrenta a una “difícil elección”: “Seguir reduciendo sus fuerzas, reducir los objetivos o realizar una nueva movilización”.
Yevgueni Prigozhin es conocido además por haber creado la Agencia de Investigación de Internet (IRA en inglés). Esta Agencia ubicada en San Petersburgo, también llamada “la granja de trolls”, es la responsable según Estados Unidos de tratar de interferir en las elecciones norteamericanas de 2016, lo que le ha costado a Prigozhin su inclusión en el grupo de personas sancionadas por Washington. El fiscal estadounidense Robert Mueller publicó un informe en el que afirmaba que la campaña llevada a cabo por esta agencia “evolucionó de un programa generalizado diseñado en 2014 y 2015 para socavar el sistema electoral estadounidense a una operación dirigida que a principios de 2016 favorecía al candidato Trump y menospreciaba a la candidata (Hillary) Clinton”.
En julio del año pasado el Departamento de Estado norteamericano ofreció una recompensa de hasta diez millones de dólares a quien facilitara información relacionada con dicha agencia creada por el oligarca ruso, según confesó él mismo recientemente.
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