El asunto de la activista Amira Bouraoui, que tiene la doble nacionalidad franco-argelina y ha sido acogida por las autoridades galas, después de una rocambolesca huida a Túnez, lleva camino de convertirse en un auténtico serial, pero en este caso con tintes dramáticos. Tal y como informó LA RAZÓN, Bourari, que ya había sido arrestada por las autoridades de Argel y fue liberada en su momento, con prohibición de salir del país, logró huir a Túnez.

Argel pidió a sus vecinos que la arrestaran y la devolvieran a territorio nacional, pero Bourari consiguió, por minutos, dada su nacionalidad gala, coger un avión con destino a Francia y evitar el arresto y la extradición.

El enfado de Argel ha sido tan monumental, que le ha costado el puesto al ministro de Asuntos Exteriores de Túnez y la llamada a consultas al embajador de Argelia en París.

Pero el asunto no se queda ahí, ya que, según informa el Comité Nacional para la Liberación de los Detenidos (CNLD) y el sitio de noticias Radio M , la madre de la activista, de 71 años, y su hermana, Wafa, fueron detenidas el sábado por la noche por gendarmes en Argel, y su domicilio fue registrado, subraya Le360.

La hermana fue puesta en libertad la madrugada del domingo, pero la madre "fue trasladada" a Annaba (este), cerca de la frontera con Túnez, donde "corre el riesgo de ser presentada hoy ante el fiscal", indicó el CNLD. Un primo de la familia también fue detenido y puesto bajo custodia en Annaba, según las mismas fuentes.

Argel aduce en su favor que Francia ha realizado una "exfiltración ilegal" y, por eso, llamó a su embajador "para consultas".En una nota oficial dirigida a las autoridades francesas, Argelia denunció "una violación" de su soberanía y dijo que el personal diplomático y de seguridad francés habían "participado en una operación clandestina e ilegal para exfiltrar a un ciudadano argelino".

Por si faltaba poco, medios argelinos ven detrás de todo lo ocurrido la intervención de Marruecos y sus servicios de inteligencia. Un monumental lío diplomático en el Magreb, por si ya no hubiera bastantes.