Tiroteo en Dallas

Los padres del asesino de Dallas: «No lo vimos venir»

Los padres de Micah Johnson aseguran que su hijo había sido un idealista, pero que su paso por el Ejército lo convirtió en un ser solitario y «resentido» con el Gobierno de EE UU.

Los padres del asesino de Dallas: «No lo vimos venir»
Los padres del asesino de Dallas: «No lo vimos venir»larazon

Los padres de Micah Johnson aseguran que su hijo había sido un idealista, pero que su paso por el Ejército lo convirtió en un ser solitario y «resentido» con el Gobierno de EE UU.

Los padres del tirador de Dallas Micah Xavier Johnson, que mató a cinco agentes de Policía blancos, se sentaron el domingo para conceder una entrevista que se verá a finales de semana. Hablaron todos: los dos padres y la madrastra de Johnson en casa de su madre en Mesquite (Texas). Allí, los detectives habían encontrado rifles, munición, materiales para fabricar bombas y libros con tácticas de combate. Su madre, Delphine Johnson, indicó que vio a su hijo transformarse. Era una persona afable y extrovertida. Pero cambió hasta convertirse en un «ermitaño» después de su servicio militar. Nunca supieron si había ocurrido algo traumático para él durante su etapa en las Fuerzas Armadas. Pero estaban de acuerdo en que había cambiado completamente. Micah, de niño, quiso ser agente de Policía. Después, alistarse en el Ejército. «Amaba este país. Quería proteger este país», indicó Delphine sobre el idealismo de su hijo, que se fue extinguiendo hasta convertirse en resentimiento y decepción con el Gobierno.

«El Ejército no fue lo que Micah pensaba que sería. Estaba muy decepcionado. No cumplió con sus expectativas», recuerda Delphine en la entrevista en exclusiva con «The Blaze». Su padre, James Johnson, reconoció en la misma entrevista, de la que se pudo ver una parte ayer en la página web del medio, que su hijo empezó a querer estudiar historia negra y expresar interés en sus orígenes. En cambio, después empezó a colocar en su perfil de Facebook, que ha sido borrado, imágenes del puño del «poder negro» y la bandera Panafricana de color rojo, negro y verde. También manifestó su simpatía hacía grupos extremos racistas como el Nuevo Partido Pantera Negra (NBPP, por sus siglas en inglés) y la Liga de Defensa Afroamericana.

Pese a todo, sus padres admiten que nunca mostró ningún odio hacia los blancos. Incluso, su madrastra Donna es de raza blanca, y nunca le dio a entender que le odiaba por ello. Entre lágrimas y titubeando, su padre señaló que «no sé qué decirle a nadie para cambiar esto. No lo vi venir».

Pero, sin duda, todo apunta a que las muertes por disparos de dos policías blancos de dos hombres negros, uno en Luisiana y otro en Minesota, pudieron encender su odio. Aún quedan muchas cuestiones por esclarecer del fatídico ataque del jueves, como qué significan las siglas R.B. –con las que pintó la pared con su propia sangre antes de que un robot bomba acabase con su vida–. El jefe de la Policía de Dallas, David Brown, informó ayer de que el personal que investiga los actos de Johnson cuenta ya con un listado de 300 testigos para entrevistar y con más de 170 horas de grabaciones de cámaras individuales de agentes que revisar. Ante la polémica por el uso del robot policial Remotec Andros Mark V-A1, el jefe policial ha revelado que tanto él como su familia recibieron amenazas de muerte «casi inmediatamente después» del incidente con Johnson y que, en cualquier caso, en las mismas circunstancias «volvería a dar la orden» de matar a Johnson con el robot bomba.

Continúan las protestas

Al menos 48 personas fueron detenidas ayer en Baton Rouge (Luisiana), en una nueva jornada de protestas contra la violencia policial debido a la muerte a manos de la Policía de un vecino negro el pasado martes. Según la cadena local WAFB, lo que comenzó como una protesta pacífica no planificada, fue cobrando tensión entre los manifestantes y los agentes que acudieron a vigilarla y posteriormente derivó en enfrentamientos y altercados.