Internacional
Palo a Irán y zanahoria a Israel
Desde el Magreb a los países del Golfo pasando por Egipto, Turquía, Israel, Siria e Irán, Donald Trump ha sido elogiado por su victoria electoral. Para los países árabes y regímenes musulmanes, el recién elegido presidente de EE UU representa al hombre fuerte, nacionalista y pragmático que mantendrá la cooperación económica y militar antiterrorista sin cuestionar el autoritarismo de sus dirigentes.
Irán
Durante la campaña, el ya presidente declaró que el acuerdo nuclear firmado con Teherán, que ha puesto fin a décadas de sanciones, era «el peor acuerdo de la historia». Los políticos iraníes temen que una vez Trump ocupe su puesto en el Despacho Oval, el acuerdo sea revocado y vuelva la iranofobia.
Egipto
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y su régimen militar esperan queTrump los ayude a mantener a raya a su archienemigo político, el ilegalizado movimiento de los Hermanos Musulmanes, que gozó de privilegios y poder durante el segundo mandato de Obama. Para ello, Al Sisi «espera la nueva Presidencia «para impregnar un nuevo espíritu en el camino de los lazos egipcio-americanos con más cooperación y coordinación».
Israel
Tel Aviv también ha saludado la elección de Trump, quien mantendrá la política tradicional estadounidense de apoyo inquebrantable a Israel frente a Palestina. Las relaciones entre Obama y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no fueron, precisamente, las mejores. En cambio, a Trump Netanyahu lo ha descrito como «un verdadero amigo de Israel». El «premier» israelí confía en que con él la histórica relación entre los dos países alcanzará «nuevas cotas». De hecho, Trump ha prometido reconocer a Jerusalén como capital de Israel, un cambio de postura fundamental. La Autoridad Palestina ve con incertidumbre al magnate. Durante los últimos ocho años, Israel ha lanzado tres guerras contra Gaza, al mismo tiempo que ha acelerado su programa de asentamientos en toda la Cisjordania ocupada, algo que Trump no ve como problema para la paz.
Turquía y Siria
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, califica a Trump de «amigo» por ser el enemigo de sus enemigos, el clérigo opositor afincado en EE UU Fethullah Gülen. Erdogan, tras llamar por teléfono a Trump para felicitarle por su victoria, le transmitió su interés de colaborar en materia antiterrorista. La Alianza Putin-Erdogan-Trump traerá cambios en la guerra siria. Trump no oculta su admiración por Putin y espera cooperar con Moscú y Ankara en la lucha contra el Estado Islámico y la solución para Siria. Trump llegó a decir que se uniría al régimen sirio y a su aliado ruso para luchar contra el EI: «No me gusta, pero Asad está matando al ISIS, Rusia está matando a ISIS e Irán está matando a ISIS».
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