Elecciones en Francia
Pesos pesados para presidir las nuevas regiones
Las partidos políticos franceses han puesto toda la carne en el asador en la última cita electoral antes de las elecciones presidenciales de 2017 y la primera tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre en París. Estos comicios regionales, además, estrenan el nuevo mapa territorial galo, que ha pasado de 22 a 13 regiones para reducir el gasto administrativo. Con todo, las competencias en transportes, medio ambiente, formación profesional o educación de los consejos regionales quedan aún lejos de las comunidades autónomas españolas.
El Frente Nacional (FN), que se impuso en la primera vuelta con seis millones de votos, ha distribuido estratégicamente por todo el país a sus principales dirigentes como cabezas de lista. Así, la líder del FN, Marine Le Pen, es la candidata en la región Norte-Paso de Calais-Picardía, mientras que su sobrina, la diputada de 26 años Marion Marechal Le Pen, hace lo propio en Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA). Además de en estos dos tradicionales feudos de la extrema derecha, Nicolas Bay, secretario general del FN, se presenta en Normandia; Florian Philippot, vicepresidente y mano derecha de Le Pen, en Alsacia-Champagne-Lorena-Árdenas, y Louis Aliot, pareja y también vicepresidente del partido, en Langedoc-Rosellón-Midi Pirineos. «Demostraremos lo que somos capaces de hacer», ha repetido Marine, que ha convertido estas regionales en su plataforma de lanzamiento para conquistar el Elíseo.
En el campo conservador, Los Republicanos del ex presidente Nicolas Sarkozy han recurrido a la experiencia de numerosos ex ministros para batir a socialistas y ultras en las urnas. Christian Strossi, alcalde de Niza y ex ministro delegado de Industria, confía en derrotar en PACA a la última generación de los Le Pen, con un duro discurso antiinmigración propio del enemigo FN. Xavier Bertrand, ex ministro de Sanidad y Trabajo y estrecho colaborador de Sarkozy, tratará también de parar los pies a Marine Le Pen en Norte-Paso de Calais.
Otros primeros espadas conservadores son Philippe Richert, ex ministro de Colectividades Territoriales (Alsacia); Valérie Pécresse, ex ministra de Educación y Presupuesto (Îlle de France); Bruno Retailleau, jefe de Los Republicanos en el Senado (Valle del Loira), o Hevé Morin, ex ministro de Defensa y líder del partido Nuevo Centro.
En cambio, los socialistas del presidente François Hollande han renunciado a colocar pesos pesados para presidir los consejos regionales, lo que ha despertado numerosas críticas en el partido, a cuya hegemonía territorial sólo escapaba Alsacia hasta ahora. La gran excepción la representa Jean-Yves Le Drin, ministro de Defensa y hombre de confianza del presidente de la República, que venció en la primera vuelta en Bretaña. Asimismo, el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolome, da la batalla en Îlle de France gracias al apoyo del resto de la izquierda, mientras que Carole Delga en Languedoc-Rossellón-Midi Pirineos. Por su parte, Alan Rousset, presidente de Aquitania y de la Asociación de Regiones de Francia, confía en repetir su victoria del pasado domingo en Aquitania-Limousin-Poitou Charantes.
Muchos militantes socialistas se sorprenden de que Martine Aubry, alcaldesa de Lille y ex primera secretaria nacional del partido, no haya dado un paso adelante para enfrentarse a Le Pen en Norte-Paso de Calais-Picardía. Y es que la ex ministra de Trabajo, artífice de las 35 horas semanales, parece preferir reservarse para un posible duelo entre ambas en unas futuras elecciones presidenciales.
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