Presión exterior, represión interior

¿Cuál es la situación actualmente en la Asamblea Nacional?

–La Asamblea Nacional ha sido desalojada del Palacio y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) le impide a menudo el acceso a los diputados electos en 2015 por 14 millones de personas. En estos momentos, la Constituyente mantiene el control con el apoyo de la GNB. La ANC es plenipotenciaria,es decir, tiene plena facultad para disolver incluso los poderes constituidos y elaborar leyes. Es un poder sin límites. Estamos ante una usurpación política, pero no de un poder o función pública específicos, sino de la usurpación misma de la soberanía popular.

¿Se nota la presión intenacional?

–Hasta ahora se nota tímidamente con algún acompañamiento de contados diplomáticos invitados a actos de la Asamblea Nacional y algunas visitas aisladas de personalidades, pero hasta ahora no se ha traducido en un cambio de política a favor de una apertura democrática, apertura de algún canal de ayuda ante la crisis humanitaria que devasta al país, respeto a los Derechos Humanos o libertad de los presos políticos.

¿Cómo está reaccionando la población venezolana ante la ANC?

–A la expectativa aún, pero decidida a mantener su rechazo a Maduro y a su régimen político. Las encuestas más conservadoras ubican ese rechazo en alrededor de un 80% de la población (Datanálisis, IVAD Consultores 21). Desde ese punto de vista, no hay nada que indique que pueda revertirse esa tendencia, que se ha mantenido estable al menos en los últimos seis meses.

¿Cómo afecta el informe de torturas y asesinatos que ha elaborado la ONU?

–La extrema censura a la Prensa y de información evita mayores impactos en la población con respecto a los comunicados e informes que se producen en organismos internacionales. Me atrevo a señalar que un margen no superior del 15% de la población, quizás menos, conoce el informe.