Sucesos
La Fiscalía pedirá pena de muerte para la mujer acusada de matar al bebé de su amiga en Pensilvania
Los fiscales lucharán para que Nicole Virzi, acusada del asesinato de Leon Katz, un bebé de seis semanas y media, sea ejecutada si es declarada culpable
Cuando Nicole Virzi subió al avión en California para visitar a sus amigos en Pensilvania, esperaba que su viaje fuera breve. Diez semanas después, Virzi sigue allí, en una celda, acusada del asesinato del bebé de su amiga.
La Fiscalía alega que Virzi, de 30 años, estaba en casa de Savannah Roberts y Ethan Katz cuidando a Leon, su bebé de seis semanas y media, cuando este se cayó del cesto y se golpeó mortalmente la cabeza. En ese momento, Roberts y Katz se encontraban en el hospital con el hermano gemelo de Leon, Ari, que según los médicos presentaba lesiones compatibles con maltrato infantil.
Virzi está acusada tanto del homicidio de Leon como de la agresión con agravantes a Ari. Si es declarada culpable, la Fiscalía tiene previsto solicitar la pena de muerte.
Sigue siendo un misterio cómo Virzi pasó de ser una próspera estudiante de doctorado de la Universidad de California en San Diego a ser acusada de asesinar bebés. Sin embargo, su abogado, David Shrager, declaró que estaba muy afectada por el giro de los acontecimientos: «Si hubiera algo que ella quisiera transmitir, sería el dolor absolutamente horrible que siente», declaró el mes pasado. «Eran sus amigos íntimos».
Virzi, hija del cardiólogo de Manhattan Peter Virzi, se alojaba en un Airbnb en el barrio Shadyside de Pittsburgh, a unas seis manzanas de sus amigos Katz y Roberts. Era amiga de Roberts desde al menos mayo de 2021. Roberts, al igual que Virzi, es estudiante de quinto año de doctorado especializada en psicología de la imagen corporal y el trauma, y se había casado con Katz en agosto de 2023.
En mayo de este año, Roberts y Katz dieron la bienvenida a sus primeros hijos: dos gemelos, Ari y Leon. Virzi, que daba clases de spinning entre sus estudios, vino de visita y el 15 de junio acompañó a Katz, Roberts y los bebés a una excursión por la tarde cerca de su casa. Virzi, según los documentos de acusación, fue después sola a una tienda de comestibles. En algún momento –la cronología sigue sin estar clara– Virzi fue a casa de Roberts y Katz.
Roberts estaba durmiendo la siesta y Virzi se ofreció a cambiarle el pañal a Ari. Le dijo a Katz que había visto sangre en el pañal del niño, así como hinchazón y enrojecimiento en la zona genital. También tenía un arañazo en la cara que, según Virzi, se lo hizo cuando lo sentó en la silla del coche y agitó los brazos, arañándose. Katz dijo que nunca antes habían observado estos síntomas, y cuando Roberts se despertó de la siesta, ella y su marido llevaron a Ari al hospital, dejando a Virzi sola en casa con Leon desde las 18.30 horas.
Virzi dijo que se quedó dormida durante un rato, mientras León estaba en «el asiento reclinable». Los registros policiales también hacen referencia a que estaba en «un moisés» y no especifican si el sillón reclinable tenía correas o laterales. Virzi se despertó y fue a la cocina a por un biberón para el bebé.
Ella asegura que oyó un grito y volvió corriendo a la habitación para encontrar a Leon en el suelo, que se había caído 45 cm del sillón reclinable. Se dio cuenta de que tenía un chichón en el lado izquierdo de la cabeza y llamó al 112 a las 23.17 horas. Roberts y Katz regresaron con Ari justo cuando llegaban los paramédicos para atender a Leon. El bebé fue trasladado al hospital, donde falleció de madrugada.
Jake Dziamniski, investigador forense de la oficina del forense del condado de Allegheny, declaró a la Policía que una tomografía computarizada de la cabeza mostró que Leon «sufrió una grave fractura craneal en el lado izquierdo de la cabeza, junto con múltiples hemorragias cerebrales».
La doctora Jennifer Wolford, especialista en maltrato infantil del Hospital Infantil UPMC de Pittsburgh, declaró a la Policía que las lesiones sufridas tanto por Leon como por Ari eran «compatibles con haber sido sufridas como consecuencia de maltrato infantil, ya que se trata de lesiones infligidas que no son naturales ni accidentales». Sus padres insistieron en que ambos niños estaban sanos hasta la llegada de Virzi, y «negaron haber causado ninguna lesión» a Ari.
El doctor Ariel Goldschmidt, médico forense jefe del condado de Allegheny, realizó una autopsia a Leon y determinó que la causa de la muerte fue un «traumatismo craneal por objeto contundente», dictaminando que la forma de la muerte fue homicidio.
La Policía llegó al Airbnb de Virzi y habló con ella, señalando que era «incapaz de dar ninguna explicación plausible» de la muerte de Leon. Fue detenida y acusada de homicidio, múltiples cargos de agresión con agravantes y de poner en peligro el bienestar de los niños. Permanece en la cárcel del condado de Allegheny y el 8 de julio cumplió 30 años entre rejas.
Virzi se declaró inocente. El pasado viernes, cuando se confirmó la decisión de solicitar la pena de muerte, no compareció ante el tribunal.
Pensilvania no ha ejecutado a nadie desde 1999, y Josh Shapiro, el actual gobernador, ha mantenido una moratoria, que se introdujo por primera vez en 2015.
Shrager, el abogado de Virzi, dijo a NBC News que la decisión «no era la dirección que esperábamos que tomara el caso.» Y añadió: «Estamos en total desacuerdo con las alegaciones de la Fiscalía sobre la pena de muerte. Por supuesto, litigaremos este caso agresivamente hasta que se sepa la verdad».
Mark Freeman, un abogado de Pensilvania que ha litigado en 20 casos de síndrome del bebé sacudido, dijo que la decisión de acusar a Virzi no le sorprendía, porque los profesionales de la salud y los expertos forenses se apresuraban ahora a ver abuso infantil. «La idea de que una lesión es probablemente el resultado de un maltrato infantil está muy arraigada: se ha enseñado durante mucho tiempo», afirma. «Y muchos médicos no están familiarizados con la bibliografía más reciente, que demuestra lo improbable que es que esas lesiones se deban a actos deliberados».
Explicó Freeman que la Academia Americana de Pediatría ha «dado un giro de 180 grados» desde 2001, cuando dijeron que era improbable que una «constelación de lesiones» procediera de caídas. «Es muy difícil conseguir un jurado al que no se le haya enseñado sobre lesiones por maltrato infantil», dijo. «Y los médicos entran en la sala para testificar que se trata de maltrato infantil con muchísima credibilidad».
Freeman dijo que pediría inmediatamente una segunda opinión sobre el veredicto de fractura de cráneo, afirmando que muy a menudo se encontraba con que la conclusión inicial era errónea. La familia de Virzi aún no se ha pronunciado públicamente, y los padres de los gemelos guardan silencio. Pero sus amigos Isabella Kahhalé y Sam Plate han iniciado una campaña de recaudación de fondos, afirmando que el «hermoso y sano bebé de seis semanas fue trágicamente asesinado en horribles circunstancias». Describen a Virzi como «un amigo de confianza de la familia». León era «un bebé feliz, sonriente y bobalicón».
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