Discurso desde el Kremlin
Putin advierte de que Rusia fabricará y modernizará 1.600 tanques frente a los 400 que recibirá Ucrania
El presidente ruso asegura que la industria militar rusa es ahora más potente y que produce ya tres veces más munición que antes
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido que la guerra en la vecina Ucrania pase a convertirse en un conflicto global, llevando a cabo el despliegue de armas nucleares tácticas en el territorio de Bielorrusia, país que ha demostrado una fidelidad sin fisuras al régimen de Moscú desde el Kremlin que empezara su inesperada «operación especial». El líder ruso, que no contaba con la avalancha de ayudas ofrecida en el terreno militar a Kyiv, siempre ha denunciado la globalización de la guerra en Ucrania tras la llegada de armamento, tanques y equipos militares desde todos los países de Occidente.
Putin afirmó durante la misma intervención, que pilló a sus ciudadanos por sorpresa, que la industria militar rusa es ahora más potente, produciendo ya tres veces más munición que antes, mientras EEUU produce al año unos 15.000 proyectiles, cifra inalcanzable para otras potencias occidentales, y el próximo año 42.000, cuando las tropas ucranianas gastan diariamente 5.000 proyectiles.
Además, el presidente ruso anunció que su país comenzará a fabricar y modernizar más de 1.600 tanques, cuando los «incendiarios», en alusión a los países occidentales, suministrarán a Kyiv «420 o 440 tanques». «El volumen total de tanques en el ejército ruso será tres veces mayor que el número de tanques del Ejército ucraniano. Incluso más de tres veces», señaló el jefe del Kremlin. Es probable que ni los pronósticos más pesimistas del ejército ruso, contaran con una reacción internacional tan contundente a la invasión de Ucrania, iniciada por Rusia hace ya trece meses.
Seguramente, la gota que ha colmado el vaso de su paciencia la ha puesto el Reino Unido, tras anunciar esta misma semana su decisión de suministrar munición con uranio empobrecido al ejército ucraniano. La subsecretaria de Defensa de Reino Unido, Anabell Goldie, respondía el pasado lunes en la página web del Parlamento británico a una pregunta formulada por Lord Hylton, miembro de la Cámara de los Lores, sobre la posibilidad de envío de estos proyectiles a Ucrania informando que «además del envío de un escuadrón de tanques Challenger 2 a Ucrania, suministraremos proyectiles con uranio empobrecido».
Con esta afirmación Goldie justificaba la decisión de su Gobierno asegurando que sólo con ese nuevo material los ucranianos podrían derribar los tanques y carros de combate rusos. La polémica estaba servida, haciendo saltar los resortes de la diplomacia rusa. Desde Moscú denunciaban que el uranio empobrecido tiene un componente nuclear, guardándose la carta de continuar la escalada elevándola un nivel más.
En Londres no han comprendido las críticas rusas y han acusado al régimen ruso de «desinformar». Según el propio ministerio de Defensa británico, el uranio empobrecido ha sido utilizado «en sus proyectiles perforantes durante décadas», tratándose de «un componente estándar que no tiene nada que ver con armas o capacidades nucleares».
Vladímir Putin, que apareció ayer en la televisión pública rusa, fue contundente justificando el despliegue nuclear ruso fuera de sus fronteras. «Aquí no hay nada extraordinario. En primer lugar, EEUU lo lleva haciendo décadas. Emplazó hace mucho tiempo en territorio de sus países aliados, los países de la OTAN, en Europa, su armamento nuclear táctico. Si no me falla la memoria, en seis países: Alemania, Turquía, Holanda, Bélgica, Italia y Grecia». Para el presidente ruso, este nuevo acuerdo no viola las obligaciones de Rusia sobre no proliferación nuclear, mientras informaba del nuevo plan que, de no sufrir contratiempos, comenzará el próximo tres de abril, con la instrucción de efectivos militares bielorrusos.
Cuándo estará listo el silo para los misiles
La construcción del silo que albergará los temidos misiles nucleares habrá finalizado el uno de julio, dando el pistoletazo de salida a la instalación de los mismos, que inmediatamente estarían listos para ser utilizados, sumándose a todos los que Rusia posee dentro de sus fronteras y controlados por el famoso botón rojo al que tiene acceso el presidente ruso.
Putin recordó que el envío de armas nucleares a Bielorrusia es algo que ya lo había hablado con el presidente se ese país, Aleksander Lukashenko, que personalmente le había solicitado el despliegue de ese tipo de armas en su territorio. Precisamente, Rusia había enviado ya a esa ex república soviética misiles tácticos Iskander, capaces de llevar cargas nucleares. Con este anuncio, el presidente ruso da un paso más en sus amenazas a Occidente intentando equipararse con el que considera su mayor enemigo a día de hoy, Estados Unidos.
El país más grande del mundo ha cambiado el guión de su operación sabedor de que el enemigo ahora no es sólo esta antigua república de la URSS, sino todos los países que la apoyan militarmente.
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