Ginebra

Putin ordena la retirada de sus tropas en Siria tras apuntalar a Asad

El presidente ruso anuncia por sorpresa el repliegue parcial del país árabe seis meses después de haber iniciado la campaña. La maniobra de Moscú coincide con el inicio del proceso de paz de Ginebra y tras considerar que se han logrado «los objetivos»

El presidente ruso Vladimir Putin durante la rueda de prensa del Consejo Estatal de Rusia celebrado en la ciudad de Yaroslavl
El presidente ruso Vladimir Putin durante la rueda de prensa del Consejo Estatal de Rusia celebrado en la ciudad de Yaroslavllarazon

El presidente ruso anuncia por sorpresa el repliegue parcial del país árabe seis meses después de haber iniciado la campaña. La maniobra de Moscú coincide con el inicio del proceso de paz de Ginebra y tras considerar que se han logrado «los objetivos»

Vladimir Putin echa el cierre en Siria. El presidente ruso ordenó ayer por sorpresa el repliegue del grueso de las tropas desplegadas en el país, una retirada que comienza tan pronto como hoy mismo, coincidiendo con el quinto aniversario del inicio del conflicto al calor de las «primaveras árabes». «Creo que el Ministerio de Defensa ha cumplido en términos generales la misión encomendada. Ordeno iniciar el repliegue de la principal parte de las tropas desplegadas en Siria», declaró en una reunión con los titulares de Exteriores y Defensa.

En el país permanecerá un contingente para garantizar «por tierra, mar y aire» la seguridad de la base naval que Rusia posee en la localidad costera de Tartus y el aeródromo de Hmeymim (Latakia), construido ex profeso para esta operación. Además, en el aeródromo se encuentra un centro de información que monitoriza el cumplimiento de la tregua y cuyo trabajo, afirmó Putin, va a continuar. El portavoz del Kremlin informó después de que la decisión del repliegue fue comunicada al régimen de Damasco y que el presidente sirio Bachar Asad «agradeció la colaboración rusa en la lucha contra el terrorismo», así como «la profesionalidad, valentía y el heroísmo de sus soldados». De hecho, Putin mantuvo ayer con él una conversación telefónica en la que, según el Kremlin, «el presidente sirio remarcó que está preparado para comenzar un proceso político en el país y expresó su deseo de que el formato de las negociaciones de Ginebra bajo la égida de la ONU traerán resultados concretos».

Representantes de la oposición siria en Ginebra recibieron por su parte con «cautela» la noticia del repliegue ruso. «Celebramos la decisión y el eventual apoyo ruso al proceso político y de reformas», afirmó Riyad Agha. Moscú considera que su operación aérea, «aparte de los resultados militares, aplastando a terroristas sobre el terreno, ha contribuido a crear las condiciones para un proceso político». En ese sentido, Putin solicitó a su ministro de Exteriores «intensificar la participación de Rusia en la organización del proceso de paz». La operación en Siria comenzó el pasado 30 de septiembre, oficialmente para combatir al Estado Islámico, si bien en este tiempo Rusia ha sido acusada de bombardear posiciones de todos los grupos opositores al régimen. «Durante el transcurso de la operación, los aviones rusos realizaron más de 9.000 vuelos de combate, centrándose en cortar las vías de suministro y financiación de los terroristas», presumió ayer el ministro de Defensa.

Damasco ha explotado la superioridad militar que proporcionaba la aviación rusa para lanzar una ofensiva con la que ha recuperado amplias franjas de territorio en el norte del país, además de asegurar la provincia de Damasco y el bastión occidental de Latakia. Sin embargo, los bastiones del Estado Islámico en el este del país apenas se han visto afectados. La retirada rusa con el Estado Islámico casi intacto parece corroborar las sospechas de que el propósito de la operación en Siria era apuntalar un régimen aliado más que combatir el yihadismo. Con los avances militares que ha facilitado su operación en estos cinco meses y medio, Putin le ha proporcionado a Asad una posición fuerte en las negociaciones de paz. Desde un punto de vista táctico, con el repliegue de sus tropas, Moscú muestra de puertas afuera su compromiso con el proceso de paz, al tiempo que sale de una guerra costosa en lo económico, más que por el propio precio por el contexto de la crisis financiera que sufre el país debido a los bajos precios del petróleo. Aunque la operación no ha acarreado bajas de soldados, aparte del piloto del caza derribado por Turquía, y pese a que oficialmente una mayoría de la población la respaldaba, Siria no es Ucrania. Es una guerra ajena para el ruso medio, por mucho que el aparato de propaganda del Kremlin se esfuerce en vender la necesidad de combatir el terrorismo en su lugar de origen. En los dos últimos meses había bajado del 80 al 64 el porcentaje de aprobación de la campaña, según las encuestas. El anuncio de Putin coincide con una nueva ronda de negociaciones ayer en Ginebra entre el régimen sirio y la oposición. La agenda del encuentro se centrará en la redacción de una nueva Constitución, el establecimiento de nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias, y la conformación de un «Gobierno de transición» que incluya la participación de todos los sectores políticos, informa Ethel Bonet.