Política

Berlín

«Que Sochi no sea la gran fiesta del zar»

La Razón
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Mijail Jodorkovski intuye que los polémicos y cercanos Juegos de Invierno pueden ser una de las causas del perdón de Vladimir Putin. Mandatarios como Barack Obama o Angela Merkel han decidido no asistir a la cita deportiva en la ciudad balnearia de Sochi en febrero no sólo por los presos políticos que continúan en las cárceles rusas, sino por las denuncias de activistas y ONG en prácticamente todos los frentes. Sochi 2014 es un proyecto personal de Putin y por ello sus opositores han llamado al boicot de este evento deportivo. Los tantas veces titulados: «Juegos Olímpicos más caros de la historia», con alrededor de 50.000 millones de dólares invertidos en la ciudad olímpica a orillas del mar Negro, Putin teme que el único que le arrope en la grada VIP sea el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich. «No vengáis a Sochi a sentaros a su lado pretendiendo que estáis en un mundo aparte del Estado policial que él ha creado», manifestó el ajedrecista Gari Kasparov el verano pasado. Ayer, durante la rueda de Prensa en Berlín, los periodistas le preguntaron al oligarca sobre este respecto. Jodorkovski dejó claro qué él no hace un llamamiento al boicot, pues es «una celebración del deporte, algo que millones de personas celebrarán». Eso sí, el recién liberado de la cárcel señaló que «obviamente, Sochi no debería convertirse en una gran fiesta para el presidente Putin».