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Rajoy pide explicaciones a Obama
Convoca al embajador de EE UU el próximo lunes para hablar de espionaje. El presidente apela al derecho a la privacidad pero destaca la «amistad» con EE UU. El Gobierno descarta una investigación del CNI y mantiene la línea europea
El Gobierno ha citado el próximo lunes en el Ministerio de Asuntos Exteriores al nuevo embajador de EEUU en España, James Costos, para recabar información sobre un supuesto espionaje de Estados Unidos a España.
El Gobierno de España dio ayer un paso adelante en su investigación sobre el supuesto espionaje de Estados Unidos en nuestro país. Después de que el diario británico «The Guardian» publicara el jueves nuevas informaciones filtradas por el ex trabajador de la NSA, Edward Snowden, en las que se aseguraba que los servicios de Inteligencia estadounidenses habían pinchado los teléfonos de 35 líderes mundiales, las reacciones en Europa no se hicieron esperar. Así que antes de dar rienda suelta a las especulaciones, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, compareció en Bruselas al término del Consejo Europeo para aclarar su postura en este asunto. Tras insistir en que desea tener toda la información posible antes de tomar las decisiones oportunas, anunció que ha dado orden al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, de convocar el próximo lunes a las 10.30 de la mañana al embajador de Estados Unidos en Madrid, James Costos, para que «dè satisfacción» a las peticiones españolas.
«Sobre si España ha sido espiada, tengo que decir con absoluta claridad que no tenemos constancia de ello. En todo caso, no voy a tomar decisiones sin tener la total y absoluta certeza de las razones que las motivan», aseguró el presidente. Así que cuando Costos aporte las explicaciones oportunas «iremos informando puntualmente a la opinión pública de aquello», añadió.
La cita de próximo lunes en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación se suma a las investigaciones que ha llevado el Gobierno desde que los papeles de Snowden vieron la luz. Así, cuando en agosto, el semanario «Der Spiegel» desveló que Washingon poseía una lista con los países «objeto de espionaje», clasificados del 1 al 5 en función del grado de interés norteamericano en ellos (España se encontraba en el cuarto puesto junto a Italia), García-Margallo convocó de urgencia al encargado de Negocios de la embajada estadounidense, Luis G. Moreno para pedirle explicaciones al respecto. Con la misma intención viajó Gonzalo de Benito, secretario de Estado de Asuntos Exteriores, a Washingon para trasladar la preocupación del Gobierno español sobre dichas prácticas y solicitar los informes oportunos. Aunque durante su intervención de ayer, Mariano Rajoy se mostró cauto sobre las últimas informaciones, también quiso manifestar en Bruselas que este tipo de actividades espiatorias no son propias de las relaciones entre países socios y aliados. «España y Estados Unidos somos países amigos y aliados que deseamos mantener unas relaciones bilaterales lo más estrechas posibles», recalcó. Ante la comparativa con el «modus operandi» que están llevando a cabo otros países como Francia o Alemania, Rajoy quiso aclarar que «las decisiones en esta materia no corresponden a la Unión Europeas, sino que se trata de cuestiones relativas a la seguridad Nacional, y por lo tanto es competencia exclusiva de los Estados miembros. Así Francia y Alemania han decidido hacer una cosa y los demás podemos decidir hacer lo mismo u otra cosa», manifestó Rajoy, para después añadir que el ordenamiento jurídico regula claramente el derecho a la privacidad de comunicaciones de todos los ciudadanos. También fue preguntado sobre el hecho de que el teléfono de Angela Merkel fuera pinchado por los servicios secretos de EE UU: «En este momento no tengo la constancia que tiene la señora Merkel (de que su móvil ha sido pinchado) y por tanto lo que hago es recabar información y hacer todo lo posible para enterarme de si alguna de las informaciones que se han publicado son ciertas en su totalidad o solamente de forma parcial», dijo el presidente del Gobierno.
En la reunión del próximo lunes en la embajada a la que ha sido convocada Costos, no podrá estar presente el ministro de Asuntos Exteriores español debido a que García-Margallo se encontrará de viaje oficial. El día 28 aterrizará en Polonia para a continuación visitar Lituania y Estonia, con la finalidad de estrechar las relaciones políticas y económicas con los tres países. Por este motivo, será el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, quien reciba al embajador estadounidense. No obstante, García-Margallo y Costos coincidieron ayeren Oviedo en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. «El Gobierno español ha hecho constar que esta práctica (de espionaje), de confirmarse, es absolutamente inaceptable e inadmisible entre gobiernos socios, amigos y aliados», resaltó García Margallo en la rueda de Prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer.
La NSA y la voracidad de recabar datos
El jueves quedó claro que las pretensiones de la NSA no entienden de límites al salir a la luz el decálogo (en la imagen) con el que la NSA anima a sus funcionarios a compartir sus contactos para que la Inteligencia los espíe. «Lo que hace única a la NSA es que tecnológicamente puede vigilar masivamente como ninguna otra. La población sólo podrá protegerse si sus gobiernos presionan a EEUU. Las reformas del espionaje dependen tanto de la ley como de la diplomacia», dice a LA RAZÓN Ben Wizner, director de la Unión de libertades civiles de América.
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