El republicano DeSantis ya supera a Trump en una encuesta nacional

Iowa empieza a tomar la temperatura a las dos principales formaciones políticas estadounidenses en la próxima fase de recaudación de fondos y conquista de votos. Siendo uno de los estados bisagra por excelencia, situado en el medio oeste de EE UU, recibía a Donald Trump en su arranque de campaña electoral. El candidato a las primarias republicanas por la carrera hacia las presidenciales de 2024 calienta motores a sabiendas de que en los próximos meses irán apareciendo nuevos rivales entre sus propias filas que podrían arrebatarle gran parte del protagonismo en la batalla interna del Partido Republicano.

Antes incluso de que Ron DeSantis se haya postulado oficialmente, el gobernador de Florida ya se ha convertido en blanco principal de los ataques de Trump, a sabiendas de la fuerza que podría representar su candidatura para la base electoral de los conservadores.

Y es que recientes encuestas apuntan que a los votantes republicanos cada vez les pesa más el bagaje de Trump, las continuas polémicas en torno a sus declaraciones y sus cuentas pendientes con la Justicia. Acusaciones contra Trump que podrían convertirle en el primer expresidente de la historia de EE UU en enfrentar cargos penales. «Todo esto es una caería de brujas», se defendió Trump. «Está dirigida por demócratas radicales de izquierda. Es una desgracia. Es la forma en que intentan ganar las elecciones», agregó.

Aunque, por ahora, el tono del magnate parece haberse suavizado a la espera de lo que pueda pasar conforme otros candidatos republicanos amenacen su liderazgo al postularse a las primarias.

«No creo que tenga que ser demasiado agresivo», les dijo Trump a los periodistas que, a las puertas de su mitin electoral en Iowa, le preguntaron en qué medida utilizaría su agresividad en la contienda. «Hemos hecho un buen trabajo para los agricultores», en referencia a una de las bases fundamentales en Iowa, añadió, afirmando que «ningún presidente ha hecho nunca más por los agricultores que yo».

Un aforo completo en el centro de la ciudad de Davenport, situada a orillas del río Mississippi, dio la bienvenida al candidato presidencial republicano con la euforia que caracteriza a sus fieles seguidores «Make America Great Again». Desde el escenario, Trump criticó a Ron DeSantis comparándolo con el senador Mitt Romney y Paul Ryan, al que considera «un perdedor de RINO» (republicano sólo de nombre, por sus siglas en inglés) por haber votado, el gobernador de Florida, en contra de Medicare y el Seguro Social siendo congresista.

De Santis cuenta con un 75% de apoyo por parte de conservadores de Iowa, un alto porcentaje para alguien que todavía no ha confirmado su candidatura. A la espera de lo que pueda suceder, la gobernadora Kim Reynolds acompañó a Trump, pero ya había asistido a una cumbre de donantes privados con DeSantis en Florida a finales del mes pasado y fue ella quien también lo presentó en Iowa cuando apareció, con gran acogida, la semana anterior.

DeSantis, que se ha desmarcado de otros republicanos y colocado cerca de Trump al señalar que proteger Ucrania no es un «interés clave» para EE UU, aventaja por dos puntos al expresidente en una encuesta nacional de cara a la nominación presidencial de su partido. El canal CNN dio a DeSantis un 39% de intención de voto frente a un 37% de Trump, que, sin embargo, encabeza el resto de los últimos sondeos con una ventaja promedio de 14,4 puntos sobre el siguiente republicano mejor colocado para las presidenciales de 2024, según el medio RealClearPolitics.

Casi de manera paralela, el actual presidente de Estados Unidos se reunía con sus homólogos británico y australiano en San Diego (California) para reforzar la alianza AUKUS. Viaje que parece haber utilizado como excusa perfecta para iniciar una mini gira política por la costa este del país para medir la temperatura a los donantes que determinarán la dirección que toma la campaña demócrata.

Con el tema de las armas y del sistema sanitario de fondo, el equipo más cercano de Joe Biden organizó junto al mandatario varios estratégicos encuentros en clave electoral con votantes del Partido Demócrata y miembros del Comité Nacional Demócrata en Santa Fe durante una recepción en Santa Fe, California, el lunes por la noche. El martes desde Monterey Park, escenario de una de las últimas matanzas en California, y el miércoles tiene previsto abordar su plan de reducción de precios de medicamentos desde el estado de Nevada.