Sin alimentos pero con kalashnikovs

La estatua de Lenin, que preside la plaza principal de Slaviansk, se ha convertido en un mural de peregrinación al que los vecinos acuden para ver los rostros de los insurgentes prorrusos caídos en combate. Los enfrentamientos directos entre ambos bandos bajaron ayer de intensidad. Aun así la presión de la ofensiva militar ucraniana cerca una ciudad cada vez más aislada y con problemas de abastecimiento. La batalla se traslada ahora al plano político. El Gobierno de Kiev no se pone de acuerdo para dar una alternativa sólida al bando prorruso que logre frenar el referéndum que pretenden celebrar las milicias separatistas en Donetsk.

Los puntos de control que rodean el bastión insurgente de Slaviansk se han convertido en una trampa mortal desde que empezó la operación antiterrorista. Es allí donde se han librado los combates más duros y donde han perdido la vida 30 milicianos prorrusos y 4 militares ucranianos, según el parte oficial de las autoridades ucranianas. Por si fuera poco, el ministro del Interior afirmó que entre los milicianos hay muchos ciudadanos crimeos, rusos y chechenos bien adiestrados y con armamento pesado. Lo que podría explicar los tres helicópteros del Ejército ucraniano que los insurgentes llevan derribados hasta la fecha. Atrincheradas cada vez más en la ciudad insurgente de Slaviansk, las milicias separatistas han arrastrado a la población al borde del desabastecimiento. Medios locales informaban de la falta de alimentos frescos, fruta y lácteos en los supermercados. Los vecinos hacían cola para poder comprar en los comercios que todavía abrían sus puertas. Y es que llevan nueve días inmersos en una ofensiva militar que tiene visos de prolongarse en el tiempo. Los militares ucranianos tienen órdenes de no disparar a la población civil y mientras los insurgentes se resguarden en Slaviansk, rodeados de civiles, es poco probable que las tropas decidan entrar en territorio rebelde.

Mientras, las tensiones se trasladaron a Kiev, donde la Rada bloqueó la propuesta del Partido de las Regiones, del depuesto Viktor Yanukovich, y del Partido Comunista. Ambas formaciones querían celebrar un referéndum sobre «la integridad territorial y la descentralización del país», justo el mismo día de las elecciones presidenciales, el 25 de mayo. Una opción que contemplaba la federalización del Ucrania y acorde a las peticiones del bando prorruso. Pese al «no» de Kiev, en Donetsk continúan los preparativos para la celebración del referéndum de independencia bajo un clima bélico.