Guerra en Siria
Siria acepta la propuesta rusa para evitar «derramar sangre»
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallen, anunció hoy que su país está dispuesto a suscribir la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas con el fin de renunciar a ese tipo de armamento.
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallen, anunció hoy que su país está dispuesto a suscribir la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas con el fin de renunciar a ese tipo de armamento.
"Queremos sumarnos a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas. Estamos dispuestos a asumir todas nuestras obligaciones conforme a esa convención, incluida la entrega de datos sobre (la localización de) esas armas", dijo el ministro sirio, citado por la agencia Interfax.
Poco antes, el presidente ruso, Vladímir Putin, instaba a Damasco a suscribir esa convención, en vigor desde 1997 y que ha sido firmada por 195 países, incluido Estados Unidos, Rusia e Israel, aunque éste último no la ha ratificado.
"Estamos dispuestos a informar sobre el paradero de las armas químicas, suspender la producción de armas químicas y también enseñar esas instalaciones a los representantes de Rusia, otros países y la ONU", dijo Muallem.
El jefe de la diplomacia siria explicó que la decisión de Damasco de "adscribirse a la iniciativa rusa tiene como objetivo el fin de la posesión de todas las armas químicas"
"Estoy facultado para confirmar nuestro apoyo a la iniciativa rusa en relación con las armas químicas en Siria y conforme con la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas. Estamos dispuestos a colaborar plenamente en la realización de esta iniciativa", indicó.
Según ese documento internacional, los 195 países que la han suscrito -Rusia y EEUU poseen la mayoría de esas armas- están obligados a desmantelar todo su armamento químico.
El último país en utilizar armas químicas fue Irak, bajo Sadam Husein, primero en su guerra contra Irán y luego, en 1988, contra la localidad kurda de Halabja.
Por el momento, Siria y otros regímenes denostados por Occidente como el de Corea del Norte o Birmania aún no han suscrito dicha convención.
Putin, cuyo país anunció la destrucción ya del 76 por ciento de su arsenal químico, había expresado poco antes su confianza en que Siria tomara una "decisión responsable"al respecto.
"Esperamos que nuestros socios sirios, nuestros amigos tomen una decisión responsable. Y que no sólo pongan bajo control sus armas químicas, sino que acepten su posterior destrucción y se sumen a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas", apuntó.
A su vez, advirtió que la propuesta rusa de que Siria coopere con la comunidad internacional en el control de armas químicas servirá sólo si EEUU y sus aliados renuncian al uso de la fuerza contra Damasco.
"Es difícil obligar a algún país, sea Siria u otro, a desarmarse de manera unilateral si se está preparando contra él una acción de fuerza", comentó.
Putin recordó que "es bien conocido que Siria dispone de un determinado arsenal de armas químicas y que los sirios siempre lo vieron como una alternativa a las armas nucleares de Israel".
El presidente de EEUU, Barack Obama, declaró ayer que sopesaría suspender un posible ataque militar en Siria si el régimen de Asad acepta la propuesta rusa.
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