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Stoltenberg tiende puentes a Trump para frenar a Rusia

El secretario general de la OTAN reivindica en el Capitolio la vigencia del «uno para todos y todos para uno» y un mayor gasto militar ante las amenazas compartidas.

El vicepresidente Mike Pence y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aplauden a Stoltenberg ayer. Foto: Ap
El vicepresidente Mike Pence y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aplauden a Stoltenberg ayer. Foto: Aplarazon

El secretario general de la OTAN reivindica en el Capitolio la vigencia del «uno para todos y todos para uno» y un mayor gasto militar ante las amenazas compartidas.

Mismo lugar, diferente contexto. Doce países creaban una alianza militar en el Washington de 1949. Pretendían entonces combatir los efectos de la Guerra Fría y luchar por la paz, la libertad y la felicidad de su población. Hoy, exactamente 70 años después, los 29 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte refuerzan esa alianza política, económica y militar en el marco de la cumbre de ministros de Exteriores en la capital de EE UU.

En vísperas del histórico aniversario, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ofrecía un discurso muy personal entre continuas interrupciones de aplausos, recordando que su propia abuela nació en Nueva Jersey, él mismo pasó su infancia en San Francisco y el primer europeo en llegar a tierras estadounidenses fue el también noruego Lief Erickson. Se ganaba al público explicando su reflexión horas antes, mientras sobrevolaba el Atlántico de camino a Washington: «Nos une, nos mantiene juntos, tiende un puente entre nosotros. El océano Atlántico define quiénes somos».

Desde el inicio de su intervención, Stoltenberg tendía una mano a EE UU en su Congreso, con ambas Cámaras al completo y ante la atenta mirada de senadores y congresistas, y el respaldo del vicepresidente Mike Pence y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Entre líneas, Stoltenberg adelantaba los asuntos a tratar en la cumbre de hoy, siendo el reparto de la carga económica y un aumento de la inversión en defensa los temas de mayor prioridad.

«En un mundo ideal no deberíamos gastar dinero en defensa, pero no vivimos en un mundo ideal. Hitler no hubiera sido detenido con protestas pacíficas, ni el Estado Islámico combatido con diálogo», recalcó el secretario general. Y es que, desde que llegara a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha dirigido fuertes y continuadas críticas a la OTAN, presionando para que sus socios inviertan al menos un 2% de su PIB en la alianza militar. Aunque lejos de cumplirse ese objetivo por ahora, sin embargo «el mensaje de Trump ha provocado un impacto real», aseguraba Stoltenberg: «La Alianza debe gastar más en defensa. Esta decisión la hace más fuerte», convino.

Actualmente, los países de la OTAN cuentan con conocidas diferencias internas, especialmente con las políticas de la Administración Trump, entre las que destacan el comercio, la energía o el cambio climático. Pero, «a pesar de nuestras diferencias, estamos unidos y comprometidos», enfatizaba Stoltenberg.

El político noruego recordó, en el marco de este aniversario histórico, la promesa que se hicieron en su fundación: «Uno para todos y todos para uno». La sala al completo se levantaba aplaudiendo, mientras Stoltenberg añadía: «Este acuerdo se ha cumplido, hemos mantenido la paz».

La alianza «más antigua y exitosa del mundo», dijo, tiene previsto anunciar hoy nuevas medidas contra Rusia, bajo el argumento de la crisis de Ucrania. Sin olvidar otros asuntos de interés general, como Venezuela, China, o Cuba, que también ocuparán un espacio destacado en la agenda de esta cumbre, según adelantaba el ministro Josep Borrell tras su reunión bilateral del lunes con Mike Pompeo. «Hemos destacado el buen estado de las relaciones bilaterales y hablado sobre los grandes desafíos, así como de Venezuela, Cuba, China y la relación transatlántica», publicó Borrell en Twitter.