Oriente Medio

La tercera ronda de negociaciones acerca el acuerdo nuclear de Estados Unidos con Irán

Tras varias horas de discusiones técnicas, las delegaciones de Estados Unidos e Irán se vuelven a emplazar para un nuevo encuentro el próximo sábado

April 25, 2025, Muscat, Oman: Iranian Foreign Minister ABBAS ARAGHCHI (R) arrives in Muscat, ahead of negotiations with U.S. Middle East envoy Steve Witkoff. The United States and Iran are set to engage in a new round of technical and high-level nuclear negotiations on April 26, following reports of progress in their previous meetings. This will mark the third round of nuclear talks between Iran and the U.S. taking place in Muscat. Europa Press/Contacto/Iranian Foreign Ministry 25/04/2025 O...
Las delegaciones de Irán y EEUU han celebrado una nueva ronda de contactosCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Con una celeridad impensable hace muy poco, la tercera ronda de conversaciones indirectas entre Irán y EEUU en apenas dos semanas -las primeras que se adentraban en cuestiones técnicas- sobre el programa nuclear de la República Islámica acerca un poco más la perspectiva de un acuerdo. Según el Ministerio de Exteriores iraní, las partes se emplazan ahora a una ronda de consultas que en principio está prevista para el próximo sábado en una capital europea por determinar, y que tratará las expectativas y las demandas de ambas partes.

El inicio del encuentro celebrado en la capital de Omán coincidió con la enorme explosión registrada en el puerto de Bandar Abbas, en el sur del país, la cual dejaba ya 28 muertos y 750 heridos al cierre de esta edición. A falta de determinar las causas del suceso -el régimen ha evitado vincular a Washington con la explosión-, en la tarde de ayer salían al paso las primeras voces del panorama político iraní para asegurar que lo sucedido «no hará descarrilar las negociaciones».

A pesar de la prudencia en las manifestaciones de los miembros del Gobierno iraní, la República Islámica, que ha visto debilitarse rápidamente su influencia regional como consecuencia del castigo militar sufrido por su red de fuerzas no estatales afines y que afronta un complejo escenario económico doméstico, tiene razones de sobra para desear un acuerdo con la Administración Trump. Justo antes de comenzar la reunión, el portavoz de Exteriores de Irán, Esmaeil Baqaei, avanzaba que la delegación de una asfixiada República Islámica plantearía de nuevo la retirada de las sanciones estadounidenses y las garantías de que Israel no atacará infraestructura militar o energética.

A cambio, la República Islámica estaría dispuesta a comprometerse a no rebasar unos determinados niveles de enriquecimiento de uranio, solo compatibles con objetivos civiles, y a que la Organización Internacional para la Energía Atómica lleve a cabo inspecciones periódicas en las instalaciones.

Al término del encuentro de este sábado en Mascate, el ministro de Exteriores y jefe de la delegación iraní Abbas Araqchi aseguraba que «las negociaciones fueron mucho más serias que en el pasado y gradualmente han entrado en discusiones más detalladas y técnicas». Además, el jefe de la diplomacia iraní admitía que aún existen a día de hoy diferencias entre las partes «tanto en cuestiones macro como de detalle», y espera que el periodo de consultas permita a ambas «reducir sus diferencias» según recogía la agencia semioficial de noticias ISNA.

Por su parte, el mediador de Omán, su ministro de Exteriores Badr al Busaidi -el sultanato ha venido desempeñando un papel de puente entre ambos países durante años- celebraba que la tercera ronda de conversaciones «identifica una aspiración común de alcanzar un acuerdo basado en el respeto mutuo y compromisos duraderos».

Por su parte, un alto cargo de la Administración estadounidense citado por la agencia AP calificó la ronda de conversaciones de «positivas y productivas». «Esta última ronda de discusiones directas e indirectas duraron más de cuatro horas (…), queda mucho por hacer, pero hemos seguido avanzando en la obtención de un acuerdo. Nos hemos puesto de acuerdo en volver a vernos pronto, en Europa, y le damos las gracias a nuestros socios omaníes por facilitar estas conversaciones». El propio presidente Donald Trump había admitido a la revista Time «poder llegar a un acuerdo sin ataque». Al ser preguntado si estaría dispuesto a reunirse con líderes iraníes su respuesta fue un «sin duda». Ambas partes, por tanto, están alimentando la posibilidad del acuerdo.

A juicio del analista político hispano-iraní Daniel Bashandeh, es «probable que las negociaciones se prolonguen, como ocurrió con el acuerdo nuclear de 2015, aunque los plazos podrían acortarse si se toma ese acuerdo como base, donde se estableció que Irán no desarrollaría armas nucleares.

El desafío será fijar un nuevo límite para el enriquecimiento de uranio, que en 2015 se fijó en 3,67% y actualmente supera el 60%, según la OIEA». «Difícilmente Irán renunciará al enriquecimiento por razones de seguridad nacional. La verdadera prueba serán los aspectos más técnicos, donde se verá si la voluntad de negociar se mantiene firme. Si las negociaciones se estancan, Israel podría presionar a Estados Unidos para que desmantele el programa nuclear iraní”, augura el especialista en política iraní.

Las tres rondas de conversaciones son las primeras que las delegaciones de EEUU e Irán mantienen desde que la Administración Trump abandonara unilateralmente en 2018 el Plan de Acción Integral Conjunto y decidiera imponer una batería de sanciones contra Teherán. Tras distanciarse de los compromisos adquiridos con la OIEA, Teherán anunció en noviembre la activación de «un número sustancial» de nuevas centrifugadoras avanzadas de enriquecimiento de uranio tras condenar la amonestación como «politizada» y «destructiva». Por su parte, Trump ha vuelto a activar una amplia batería de sanciones. «Si no hay acuerdo con Irán, habrá bombardeos como nunca se hayan visto», amenazó.