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Defensa

El 'Tiburón Fantasma', el submarino inteligente más temido del momento podría surcar las aguas muy pronto

El Tiburón Fantasma es la nueva arma de Australia: un dron submarino con inteligencia artificial diseñado para misiones secretas de largo alcance que supera en agilidad al proyecto estadounidense

El 'tiburón fantasma', el submarino inteligente más temido del momento podría surcar las aguas muy pronto Anduril

Mientras Estados Unidos lleva casi una década lidiando con su programa de submarinos no tripulados Orca, un proyecto lastrado por considerables retrasos y sobrecostes, Australia ha dado un golpe sobre la mesa en la carrera por dominar la tecnología naval del futuro. El país oceánico ha presentado su propia solución, el Ghost Shark, un vehículo autónomo de gran tamaño que amenaza con redefinir las reglas del combate submarino. Esta carrera armamentística redefine el concepto de disuasión estratégica, donde se busca evitar a toda costa una escalada hacia una guerra nuclear de consecuencias devastadoras.

De hecho, la clave del éxito australiano reside en un modelo de cooperación público-privada de una eficacia asombrosa. Fruto de una colaboración de solo tres años entre el gobierno del país y la empresa de defensa Anduril, el primer prototipo del sumergible se entregó el pasado mes de abril, nada menos que un año antes de lo previsto en el calendario inicial.

Este hito ha culminado en la firma de un contrato de 1.700 millones de dólares australianos para la fabricación en serie de estos drones. El plan contempla que la Marina Real Australiana reciba la primera unidad operativa en 2026, con la intención de adquirir "docenas" de estos vehículos en los próximos años, según informa el medio Interesting Engineering, consolidando una capacidad estratégica de primer orden.

Un depredador silencioso y autónomo

Asimismo, la tecnología que impulsa a estos gigantescos drones submarinos se basa en dos pilares fundamentales que garantizan su letalidad y discreción. Por un lado, su sistema de propulsión es totalmente eléctrico, lo que les permite realizar misiones de muy largo alcance de forma prácticamente indetectable. Por otro, su cerebro es un avanzado sistema de inteligencia artificial que le otorga plena autonomía para tomar decisiones complejas sin necesidad de intervención humana directa. La sofisticación de estos sistemas autónomos avanza en paralelo a la investigación en computación, que ya explora fronteras como la creación de un ordenador hecho con neuronas humanas.

Por otro lado, su diseño modular le confiere una versatilidad sin precedentes. Los Ghost Shark han sido concebidos para llevar a cabo todo tipo de operaciones encubiertas en el mar, desde misiones de vigilancia y reconocimiento hasta futuros ataques. Su arquitectura permite transportar una gran variedad de cargas útiles y pueden ser desplegados tanto desde la costa como desde buques de superficie o incluso aviones de gran tamaño, multiplicando así su flexibilidad operativa en cualquier escenario geopolítico.