Torturas a estudiantes sin cargos en las cárceles de Venezuela

El informe anual de Amnistía Internacional (AI) sobre la situación de los derechos humanos sitúa a Venezuela como uno de los principales países donde éstos son vulnerados de manera constante. El análisis sobre el autoritarismo de Nicolás Maduro y la impunidad de los crímenes en el régimen chavista resulta alarmante. Éstos son los aspectos más relevantes del informe sobre la situación del país caribeño.

Represión social

Amnistía Internacional denuncia el uso de munición real a corta distancia por parte de las Fuerzas de Seguridad contra manifestantes, así como el manejo de materiales antidisturbios inadecuados, como gases lacrimógenos o balas de goma. Al menos 43 personas perdieron la vida en 2014 en contextos de protestas contra Nicolás Maduro, donde, además, más de 870 resultaron heridas.

Detenciones arbitrarias

De las 3.000 personas que fueron arrestadas en 2014, 70 se encuentran todavía detenidas a la espera de juicio. A un gran número de ellas se les negó acceso a asistencia médica y a un abogado durante las 48 primeras horas de su detención. De igual modo, se denuncian las torturas a las que se sometiá a algunos de los presos. Daniel Quintero, un estudiante detenido, fue golpeado y amenazado con ser quemado vivo mientras estaba bajo custodia. Otras 23 personas que fueron arrestadas en el Estado de Táchira recibieron patadas, golpes y amenazas sexuales mientras permanecían encerradas en una habitación con los ojos vendados.

Condiciones inhumanas

En los centros penitenciarios resulta preocupante la falta de atención médica, de alimentos y de agua potable. Igual de crítica es la insalubridad y el hacinamiento, que se suman a la violencia en el interior de las cárceles.

Justicia imparcial

«El sistema de Justicia está sujeto a injerencias gubernamentales», reza el documento de AI. Como ejemplo pone el caso de Leopoldo López, quien lleva en prisión más de un año a pesar de la inexistencia de pruebas que respalden las acusaciones que se vierten sobre él, o el de la jueza María Lourdes Afiuni, quien sigue a la espera de juicio por haber puesto en libertad a un banquero acusado de corrupción, una decisión que había sido censurada públicamente por el propio Maduro.

Al margen de la ley

En 2013, Venezuela dejó de someterse a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo que impide a las familias de reos venezolanos acudir a este organismo cuando consideran que el sistema nacional no garantiza sus derechos.

Acoso

Los familiares de víctimas del régimen chavista que han decidido levantar la voz contra Maduro han sufrido amenazas, intimidaciones, así como ataques físicos por parte de la Policía.