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Un aristócrata que aspira a liderar a los «tories»

La Razón
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Forma parte de la vieja aristocracia angloirlandesa. George Osborne (1971) está casado con la escritora Frances Howell, con la que tiene dos hijos y fue educado en los mejores colegios de Londres. Cuando tenía 12 años se cambió de nombre, de Gideon a George, un guiño a su abuelo, un héroe militar. Estudió Historia Moderna en la Universidad de Oxford. Y con tan sólo 23 años empezó su trayectoria política en el departamento de Investigación del Partido Conservador, mientras compaginaba este puesto con el de asesor político. Miembro del Parlamento británico desde 2001, estuvo en la sombra hasta que en 2005 tomó una de las decisiones políticas más relevantes: desafiar o no a Cameron –cinco años mayor que él– por el liderazgo vacante en el Partido Conservador. Decidió no batirse en duelo. La recompensa fue un cargo en el Parlamento y un puesto en ministerio del Tesoro, algo que le envejecía a un joven ambicioso de 34 años. A partir de ese momento contrató a un asesor de imagen para dar el salto a la primera línea política. Su momento llegó el 12 de mayo de 2010 al ser nombrado ministro del Tesoro, cargo que ocupa hasta la fecha. Amigo íntimo de David Cameron, sus logros están estrechamente vinculados a Osborne. Parecidos al dúo laborista de Tony Blair y Gordon Brown, pero sin la amarga enemistad personal de por medio, Osborne es ahora uno de los políticos más influyentes de Reino Unido, aunque con la misma sombra que le acompaña desde el inicio de su carrera política: ser siempre el número dos, justo detrás del primer ministro. Aunque al ministro del Tesoro le persigue una especulación habitual sobre sus deseos derrocar a su jefe en el número 10 de Downing Street. Informa, Taylin Aroche